Mientras los principales contratistas de defensa estadounidenses sufrieron una fuerte disminución de sus ingresos en 2022, sus homólogos chinos incrementaron sus números por cuarto año consecutivo.
Aunque las empresas chinas siguen estando por detrás de sus pares estadounidenses, lograron conservar el segundo puesto mundial en ventas combinadas de armas, con una cuota del 18 %, según el informe anual del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), publicado este lunes.
En el informe, que destaca las 100 principales empresas productoras de armas y de servicios militares de 2022, figuran ocho compañías chinas, de las cuales seis aumentaron sus ingresos el año pasado y tres se situaron entre las diez primeras.
Los ingresos combinados de estas ocho empresas aumentaron un 2,7% hasta alcanzar los 108.000 millones de dólares, lo que supone el cuarto incremento anual consecutivo.
Norinco, el mayor contratista chino de defensa, ocupa el séptimo lugar de la lista, con unos ingresos que aumentaron un 4,4 % hasta los 22.100 millones de dólares el año pasado. Mientras, el principal fabricante de aviones militares, Aviation Industry Corporation of China, ocupa el octavo lugar, con un incremento de ingresos del 4,7 %, hasta 20.600 millones de dólares.
Según los expertos, los contratistas de defensa chinos han desarrollado la capacidad de satisfacer hasta el 90 % de las necesidades de adquisición de las Fuerzas Armadas del gigante asiático.
“China es uno de los tres únicos países que cuenta con un avión de combate de quinta generación en producción en serie, y es pionera en la fabricación de vehículos aéreos no tripulados”, afirmó Xiao Liang, investigador del programa de gasto militar y producción de armamento del SIPRI. “Aunque sigue existiendo cierta dependencia residual de las importaciones, principalmente en motores aeronáuticos y helicópteros, parece que China también está progresando rápidamente en esos campos”, agregó.