Firmas de defensa, petroleras y de transporte de GNL, las ganadoras tras 12 meses de conflicto
La decisión del presidente ruso de ordenar ataque a gran escala contra Ucrania hace ahora un año provocó un tsunami en los mercados financieros, cuyos efectos aún se siguen digiriendo. La orden de Vladímir Putin devolvió la volatilidad a los mercados, disparó los precios energéticos desatando una ola expansiva de inflación y forzó a los bancos centrales a acelerar el proceso de normalización monetaria –léase subida de los tipos de interés y reducción del balance de deuda–, que preveían hacer a un ritmo mucho más lento. Una bola de nieve que provocó que 2022 fuera un ejercicio para olvidar en los mercados de renta variable –Wall Street registró su peor año desde 2008– y de deuda –la renta fija no es fija y provocó fuertes pérdidas a los inversores más conservadores–.
Un año después del inicio de la contienda, y sin un ápice de visibilidad sobre cuándo terminará, los únicos ganadores de la guerra son por ahora un puñado de sectores y empresas, que han sacado partido a su impacto en la economía global. En la Bolsa, las empresas dedicadas al sector armamentístico han sido las más beneficiadas, por el aumento del gasto de los países en defensa, seguidas por valores relacionados con el sector energético: petroleras, navieras especializadas en transporte de crudo y gas natural licuado (GNL) o ingenierías especializadas–.
También se ha visto beneficiado el sector financiero ante el alza de tipos ejecutada por los bancos centrales. Tras años con un precio del dinero en mínimos, los repuntes impulsados por el Banco Central Europeo y la Reserva Federal están mejorando los márgenes de las entidades.
Un informe reciente de la consultora McKinsey concuerda en que la industria de la defensa ha visto un gran crecimiento a raíz del desencuentro geopolítico. Según sus analistas, incluso si Rusia no hubiera invadido Ucrania, el gasto europeo en defensa habría aumentado un 14% hasta 2026, llegando a los 337.000 millones de euros. No obstante, ahora se anticipa que este incremento puede alcanzar una cifra entre los 453.000 millones y los 488.000 millones de euros.
Esta mayor demanda ha impulsado que las firmas especializadas en defensa lideren las subidas del Stoxx 600 desde el inicio de la guerra. La firma sueca de defensa y aviación Saab, repunte más de un 160%; unas alzas que compiten con las del grupo alemán Rheinmetall, el fabricante de los carros de combate Leopard. Su avance es del 157%. Más moderación llega desde el fabricante italiano de helicópteros y sistemas de navegación Leonardo (61%).
Entre las firmas europeas ligadas al sector energético y beneficiadas por su alza de precios destaca en este año Subsea 7, una ingeniería con sede en Luxemburgo especializada en construcción y servicios submarinos (106%). Tras ella se cuela un buen puñado de empresas especializadas en el transporte de petróleo y gas natural licuado (GNL) por vía marítima. Es el caso de Euronav, que registra una subida del 70%. También se han visto beneficiados valores conocidos por gestoras españolas como AzValor o Creand Asset Management, como Teekay Corp, una de las principales compañías del mundo en transporte marítimo de petróleo y gas; que avanza un 77%. Su filial de transporte de petróleo (Teekay Tankers) dispara su cotización un 236% desde entonces.
Entre las empresas dedicadas a la extracción de petróleo destacan los avances de las estadounidenses Marathon Petroleum (64%) y Occidental Petroleum (51%). Junto a ellas hay casos como el de First Solar, dedicada a la producción de módulos fotovoltaicos, que lidera los avances del S&P 500 en este periodo –el índice retrocede un 5,2%– con un 150%. Compañías energéticas como EDF (58%) o Repsol (30%) registran avances más moderados.
Si el foco del inversor se centra exclusivamente en la Bolsa española, entre los ganadores se encuentra Logista, la última incorporación al Ibex, que avanza un 44% desde el inicio de la contienda. La tecnológica Indra suma un 39%, mientras que Sabadell lidera la recuperación de la banca (38,5%), seguida por CaixaBank (27%) y BBVA (23%), entidades más favorecidas por el alza de tipos y su impacto en su negocio.
Tecnológicas e inmobiliario, entre los perdedores
Un sector al que no le ha sentado bien la guerra ha sido el inmobiliario. Virginie Wallut, directora de análisis e inversión sostenible de La Française Real Estate Managers, resalta que, incluso antes de la invasión de Ucrania, las presiones inflacionistas ya se estaban acumulando. “En Europa, el volumen de inversión inmobiliaria comercial durante el año 2022 rondaba los 245.000 millones de euros a finales de diciembre de 2022. El volumen de inversión ha disminuido ligeramente, en un -4% en términos interanuales, debido a un cuarto trimestre especialmente flojo. Valores como Vonovia han recortado un 46% en el último año.
El sector, muy penalizado por las subidas de los tipos de interés, está sufriendo además el cambio de hábitos provocado por el fin de la pandemia. Ubisoft recorta un 56% en el último año. Otra firma muy beneficiadas por la pandemia como Hellofresh cede un 53%.
En el Ibex los valores más castigados durante este periodo son Rovi (40%), Fluidra (33%) y Grifols (16%). Al otro lado del Atlántico, en el S&P 500 uno de los más penalizados es Match Group, propietario de apps como Tinder o Meetic.