La economía estadounidense generó 114.000 nuevos puestos de trabajo no agrícolas durante el pasado mes de julio, una cifra muy inferior a los 179.000 creados en junio, mientras que la tasa de paro subió dos décimas, hasta el 4,3%, según los datos publicados este viernes por el Departamento de Trabajo.
Así, aunque el mercado laboral estadounidense se ha enfriado, este lleva encadenados 43 meses consecutivos creando empleo. En este sentido, el registro de julio está por debajo de la media de los últimos doce meses, que es de 215.000 nuevos puestos de trabajo.
La contratación se amplió, principalmente, en la sanidad, la construcción y el sector del transporte y almacenaje, al tiempo que el de la información destruyó empleo.
De su lado, apenas mostró variación en la minería; extracción de petróleo y gas; industria; comercio mayorista y minorista; actividades financieras; servicios empresariales y profesionales; ocio y turismo; y otros servicios.
Además, Trabajo ha revisado a la baja la lectura de mayo en 2.000 empleos, desde 218.000 a 216.000, y la de junio en otros 27.000, desde 206.000 hasta 179.000. Con estas modificaciones, se han descontado 29.000 puestos de trabajo respecto a lo informado anteriormente.
En el caso de la tasa de desempleo, esta se situó en julio en el 4,3%, dos décimas más que el mes previo y ocho décimas más que en el mismo mes de 2023. Esta cifra es la más alta desde noviembre de 2021.
El número de desempleados alcanzó en el séptimo mes del año los 7,163 millones frente a los 6,811 millones de junio, incluyendo 1,535 millones de parados de larga duración (aquellos sin trabajo durante 27 semanas o más) que representaron el 21,4% del total de desocupados.
Después, el número de empleados a tiempo parcial por motivos económicos creció en 346.000 personas, hasta los 4,566 millones. Asimismo, la tasa de participación de la fuerza laboral se situó en el 62,7%, una décima más.