Ante el panorama económico del país y del mundo, el ministro de Economía, Juan Carlos Vega, se refiere a las alertas dadas por una eventual recesión.
A nivel interno es claro en decir que “no estamos en recesión, hay un crecimiento económico pequeño en el primer trimestre del 2024, un poco más 1 %. Estamos en recuperación de un ciclo económico hacia un segundo semestre más positivo”. Esto tras un informe del Banco Central en el que se hablaba de forma técnica sobre que el país seguiría en recesión.
Y sobre la reciente alarma en los mercados internacionales de la posibilidad de una recesión en Estados Unidos, el ministro explica que tendrá impactos, pero que también dentro de eso hay “buenas noticias y es que Ecuador al tener un alto financiamiento internacional paga unos intereses relativamente altos, que con esta crisis podrían reducirse antes de lo que se esperaba, que era en septiembre, y bajaría la presión fiscal desde el punto de vista de tasa de interés”. Así lo indicó este miércoles 7 de agosto en una entrevista al programa Visionarias.
Por otro lado, indica que la caída del precio del petróleo nos afectaría. Aunque “por el lado positivo estamos entrando a un dólar más débil que haría que en términos relativos nuestras exportaciones se abaraten en el mundo”. y de esa forma Ecuador sería más competitivo.
De ahí que señala que se debe estar preparado para medir los impactos. Y con ese panorama destaca la importancia de que lleguen recursos frescos del exterior y que tratar de oponerse a ello “lo único que busca es que se genere una mayor crisis y los incentivos son claramente políticos, desde el punto de vista de querer tomar los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como acuerdos internacionales que tienen que ser aprobados por la Asamblea Nacional, simplemente para negarlos y que la crisis sea más generalizada y esas son las oportunidades para llevarnos a caminos económicos similares a los de Venezuela”.
Esto en alusión a un informe aprobado en la Comisión de Transparencia de la Asamblea Nacional que recomienda al pleno del Parlamento declarar ilegítima la deuda contraída por el Ecuador con el FMI.
Y aún más tomando en cuenta la conclusión de la comisión, que determinó que el préstamo concedido al Estado ecuatoriano no tiene como finalidad financiar el gasto social o invertir en el desarrollo de los derechos económicos, sociales y culturales, sino el pago de la deuda generada por préstamos anteriores del FMI o de acreedores externos que son tenedores de la deuda.
En abril pasado, el directorio ejecutivo del Fondo Monetario (FMI) aprobó un nuevo acuerdo de 48 meses en el marco del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para Ecuador, con un acceso equivalente a $ 4.000 millones. Los primeros $ 1.000 millones llegaron en junio y el 83 % de ellos fue al pago del crédito puente de la CAF que ya había recibido el país y que fue anunciado a finales de abril pasado.
