En el diagnóstico de América Latina, un panel de expertos destacó la oportunidad con que reaccionaron los bancos centrales de economías emergentes en la región ante los choques de inflación.
Washington, D.C. En la normalización de la política monetaria, no hay estrategias comunes. Ni siquiera entre los bancos centrales de las economías avanzadas de impacto sistémico se pueden hacer los mismos diagnósticos. Así lo expusieron banqueros centrales convocados por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés) y por el Council of Foreign Relations.
La velocidad a la que está llegando la inflación al objetivo es la que marca los siguientes pasos de las autoridades monetarias.
De acuerdo con Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, la inflación de Reino Unido está próxima a llegar al objetivo de 2 por ciento.
A diferencia de Estados Unidos, en Reino Unido no hay presiones de demanda interna que estén alimentando a la inflación y los precios de los energéticos están favoreciendo a la llegada al objetivo, señaló al participar en el Foro de expectativas globales que organizó el IIF en paralelo a las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
En un foro aparte, organizado por el Council of Foreign Relations, la Presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, dijo que la economía de la zona euro ha tenido una recuperación lenta y mínima tras la pandemia, lo que ha favorecido a limitar las presiones domésticas y de demanda sobre la inflación.
“Si continúa avanzando esta desinflación conforme a las expectativas, se podrían comenzar a moderar la restricción de la política monetaria en los próximos meses”, señaló.
Dichos que son opuestos al que refirió el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en el Wilson Center, el banquero central de EU refirió esta semana que una inflación persistentemente elevada retrasará cualquier recorte de las tasas hasta finales de año. Los datos más recientes indican que se necesita más tiempo de tasas altas para asegurar que el proceso de desinflación es consistente.
Por la tarde, el Foro del IIF estuvo dedicado al diagnóstico de América Latina, un panel de expertos destacó la oportunidad con que reaccionaron los bancos centrales de economías emergentes en la región ante los choques de inflación.
En el foro participó la subgobernadora de Banco de México, Irene Espinosa, la única miembro de la Junta de Gobierno que pidió mantener sin cambio la tasa en 11.25 por ciento.