Japón inicia la búsqueda de nuevo líder después de que el primer ministro Fumio Kishida anunciara la semana pasada que no se presentará a las elecciones para la presidencia del Partido Liberal Democrático (PLD) en septiembre, paso previo a dejar el Gobierno. Quien sustituya al mandatario al frente del partido lo hará también como primer ministro ante el predominio del actual partido gobernante en el parlamento nacional. ¿Quién recibirá la tarea de introducir al país nipón en una nueva era? De la resolución de la incógnica dependerá la capacidad de actuación del Banco de Japón.
Los comicios internos del partido no se celebrarán hasta finales de septiembre pero ya despuntan algunos nombres, que tendrán que hacer una campaña con medidas potentes para superar el umbral necesario para calificar como candidato.
El diputado del PDL y ex ministro de seguridad económica ya ha confirmado que se presentará a las elecciones, convirtiéndose en el primero en declarar formalmente su candidatura. De 49 años, Kobayashi es considerado parte de la generación más joven de líderes, aunque, más allá de su declaración de intenciones, parece improbable que asuma el cargo (ya no sólo en el partido sino como primer ministro) en 2024.
Su objetivo es elaborar un paquete de gastos antes de fin de año para combatir el aumento de los precios. Durante su etapa como ministro de seguridad económica, apostó por la desregulación y abogó por buscar un equilibrio entre permitir que las empresas y las instituciones de investigación trabajen juntas según sea necesario a través de las fronteras y, al mismo tiempo, mitigar los efectos secundarios en términos de seguridad nacional.