El oro cotizó estable el jueves, cerca de mínimos de tres semanas, después de que los datos de precios al productor en Estados Unidos mayor a lo esperado y de ventas al por menor aumentaron las preocupaciones de que las tasas de interés se mantendrán altas por más tiempo.
A las 1747 GMT, el oro al contado ganaba un 0,1% a 1.909,05 dólares por onza, tras tocar su mínimo desde el 23 de agosto, a 1.900,81 dólares. Los futuros del oro en Estados Unidos cerraron casi sin cambios a 1.932,80 dólares.
“Vimos algunos datos inflacionarios que fueron más calientes de lo esperado y, como resultado, estamos viendo que los rendimientos (de los bonos) suben una vez más y siguen presionando el mercado del oro al contado”, dijo David Meger, director de comercio de metales en High Ridge Futures.
Los precios a la producción en EEUU aumentaron un 0,7% en agosto, la mayor alza en más de un año, mientras que las ventas minoristas subieron un 0,6%, por encima de la previsión de Reuters de un 0,2% durante el mismo periodo.
El índice dólar subió un 0,6% y alcanzó su nivel más alto en seis meses, lo que redujo el atractivo del oro para los inversores extranjeros, mientras que la rentabilidad de la deuda estadounidense a 10 años también subió.
“Preocupa que la Reserva Federal pueda seguir subiendo las tasas o que los rendimientos sigan aumentando, y eso ejerce cierta presión sobre el mercado del oro”, afirmó Meger.
El Banco Central Europeo subió el jueves su tasa de interés oficial hasta un máximo histórico del 4%, pero señaló que probablemente sería su última alza.
La subida de las tasas reduce el atractivo de los lingotes, que no devengan intereses, y eleva el rendimiento de los bonos, que compiten con ellos como activo de refugio.
En otros metales preciosos, la plata restaba un 0,8% a 22,66 dólares la onza tras tocar un mínimo de cuatro semanas, mientras que el platino subía un 0,6% a 905,87 dólares.
En tanto, el paladio perdía un 1% a 1.246,10 dólares tras tocar un máximo de tres semanas.
