El ministro de Economía y Finanzas (MEF), Alex Contreras, en julio del presente año, descartaba que la economía peruana hubiera entrado en recesión -cuando algunos analistas económicos ya lo advertían- y se afianzaba en que, con el programa Con Punche Perú lanzado en marzo, se daría la recuperación para evitar precisamente ese bajón de la actividad económica del país.
Sin embargo, tuvo que confirmar el 28 de octubre que “el Perú se encuentra ‘sin duda’ en una recesión” y lo aceptó solo cuando, ocho días antes, la calificadora crediticia internacional Moody’s afirmara que, tras analizar los datos del PBI de agosto, y el panorama de septiembre, el Perú estaba en una mala situación económica, en recesión.
Para hablar sobre la situación económica en general y cómo afectará a las regiones, pero también sobre qué medidas debería tomar el gobierno para tratar de salir de la recesión, la Red de Medios Regionales del Perú, entrevistó al exministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke. Compartimos un extracto de lo tratado.
El Perú requiere una política de reactivación, pero con tres componentes
La recesión crea un círculo vicioso negativo. Los empresarios al ver que venden menos, deciden producir menos e incluso despedir trabajadores. Eso hay que revertirlo con una política de reactivación de tal manera que haya demanda interna y para eso, hace falta una política de reactivación que debe tener tres componentes principales, a juicio de Pedro Francke.
Por un lado plantea una política monetaria, expansiva o no tan contractiva. Señala que lo que ha pasado es que el Banco Central de Reserva (BCR) ha subido las tasas de interés bastante, a partir del año 2021. Estas tasas estaban en el BCR en 0,25 % subieron hasta 7,75 % y eso reduce el crédito y encarece el costo para las empresas.
La segunda medida es la política fiscal, dice. Y para ésta, lo que se necesita es mucha más inversión pública, porque no solo va a ayudar con las carreteras y con las irrigaciones o a mejorar la productividad y el desarrollo económico de las regiones, sino que además en lo inmediato, significa empleos. «Una empresa constructora va a contratar gente, va a pagar salarios y esos salarios luego van a regresar al mercado porque los trabajadores van a comprar alimentos, otros productos y servicios. Y eso reactiva, genera demanda para la industria que la reactiva».
Mejora de salarios a corto plazo y desarrollo productivo tecnológico a mediano plazo
Y en tercer lugar, hay que plantearse una alternativa de mejora de salarios, de la remuneración mínima vital que está muy atrasada. El problema que tenemos en el Perú, es que no hay ninguna posibilidad de negociación sindical salvo en el sector de construcción civil. Si al empleador se le ocurre despedir gente y despide gente o baja los salarios, y hay que aceptarlos para no ser sacados.
En el resto del mundo hay sindicatos, hay negociación colectiva y un proceso en el cual los trabajadores también tratan de mejorar sus ingresos y que las ganancias o el valor agregado de la industria se reparta de una mejor manera entre empresarios. Porque sin trabajadores, tampoco hay producción. Entonces hay un esfuerzo conjunto de empresarios y trabajadores y la remuneración debería reflejar también cierta justicia entre esos dos sectores, dijo Francke.
Y si hubiera mejores salarios en algunos sectores donde sí se pueden pagar, esos mejores salarios van a regresar a la economía, porque los trabajadores van a gastar esa plata y van a comprar productos, y eso genera demanda y reactiva la economía. «Entonces hace falta una política de reactivación que tenga estos tres elementos, en el corto plazo y pensando en el mediano plazo, hay que pensar en un desarrollo productivo tecnológico».
La política macroeconómica debe priorizar el empuje al mercado interno
Respecto a la política macroeconómica, el economista considera que lo que hay que hacer es reactivar el mercado interno. Buena parte del problema es que la industria y el agro han caído porque los trabajadores y sus ingresos han perdido capacidad adquisitiva. La inflación se ha comido, la capacidad de compra de los trabajadores. Ha habido una política fiscal y monetaria contractiva y eso ha reducido el mercado interno, explica.
Para Francke Ballvé, en términos de estrategia de desarrollo, lo que se ha mostrado este año y también con las protestas, es la urgente necesidad de priorizar el sector agropecuario, andino y amazónico de la pequeña y mediana agricultura, de la pequeña agricultura familiar, el de la gran agroexportación de la costa, que ya tiene su propia dinámica.
“Donde hay que poner mucho énfasis y donde creo que hay también, mucha oportunidad, mucha potencialidad, es en la producción que podemos tener en los Andes y en la Amazonía. Muchas veces no nos damos cuenta del potencial que hay en la ganadería. Y que podríamos estar trabajando mucho mejor los quesos, por ejemplo, para el mercado interno y para la exportación”, afirma.
También hay una multiplicidad de productos agrícolas, desde los ya conocidos como el café hasta los relativamente nuevos, no tan conocidos a nivel mundial como el yacón, la quinua. Los que tienen una gran potencialidad y que la biodiversidad peruana hace que se puedan tener. Porque hoy el mundo le da mucha importancia al tema de la agricultura orgánica, al tema de la denominación de origen, de lo que es especial, particular. Y que puede obtener un precio mucho mayor en los mercados internacionales, comentó.
Ha habido una falta de reacción del gobierno respecto a la economía en regiones
Según lo refiere Pedro Francke, lo que muestran los datos económicos del país, es que los niveles de inversión a nivel de los gobiernos locales, en particular de las municipalidades, han caído de una manera bastante fuerte este año en general, en la suma de todos, a nivel nacional.
Sabemos que hubo una zona en la cual hubo más protestas de rechazo a este régimen que tenemos ahora. Y que, efectivamente hay regiones como Cusco, por ejemplo, que tienen un canon que les ayuda a tener cierta autonomía. Pero otras, como Puno, Apurímac, que todavía el canon no es muy importante, no es muy grande. Dependen mucho de transferencias que les pueda hacer el gobierno central y que lamentablemente, en algunos casos se manejan políticamente, comentó.
Hay una gran brecha de atención hacia todo el mundo andino y amazónico
Según Francke, las inversiones siempre han estado concentradas mucho más en la costa. Toda la parte de irrigaciones, por ejemplo, se habla ahora del gran proyecto de Chavimochiq, Majes Sihuas, que son proyectos para la costa. Y en términos de irrigaciones sabemos que la sierra es la zona donde hay mucho menos irrigaciones y donde la mayor parte del cultivo es lo que llamamos de secano.
“Igual con el transporte. Toda la carretera Paramericana siempre estaba bastante bien mantenida, con buena conexión en la costa. Mientras que, hacia las zonas rurales, hasta las zonas andinas, las conexiones tienden a ser mucho peores”, detalla.
Lo mismo ocurre con las conexiones viales y también de internet, afirma. Entonces, hay una gran brecha de atención y de infraestructura en inversiones hacia todo el mundo andino y amazónico, en particular la zona sur del Perú. «Y yo creo que no se están haciendo los esfuerzos que se necesitan para atender a esas necesidades de la población del Perú», subrayó.
El litio como palanca para el desarrollo tecnológico y la industrialización del país y en particular de Puno
Sobre una futura explotación del litio, Pedro Francke explicó que lo que se sabe es que todavía esto es un proyecto. “No hay una operación, ni siquiera una inversión en marcha. Recién se están terminando de hacer los estudios técnicos al respecto”.
Lamentó que, en la experiencia de nuestro país, la minería en muchos departamentos del Perú no ha traído gran desarrollo. Hemos visto la protesta, por ejemplo, en Cusco. Vemos la realidad de Huancavelica, que es un departamento minero de hace más de 200 años como Pasco, y no se ve que la minería haya traído un desarrollo hacia esas zonas.
No se ve ninguna declaración ni posicionamiento, ni propuesta para cambiar las reglas de juego de la minería
Consideró que tanto, desde el punto de vista nacional y articulado a lo regional, hace falta tener una visión distinta. En la cual, el futuro del litio no sea solamente repetir una historia extractivista de que se llevan el recurso para que lo industrialicen y aprovechen en otro lado.
“Hay que plantearse una nueva estrategia en la cual el litio pueda utilizarse como una palanca para el desarrollo tecnológico y la industrialización del país, y en particular de la región Puno”, sugirió.
Yo creo que esa es la mirada que hay que tener. Sin embargo, por parte del gobierno, digamos, el Ministerio de Energía y Minas, las autoridades, no se ve ninguna declaración, ni posicionamiento, ni propuesta para cambiar las reglas de juego de la minería y convertirla en una palanca real mucho más efectiva para el desarrollo. Más bien parece estar buscando repetir la historia de 200 años que tenemos en el Perú. En la cual, lamentablemente, esto no ha sido tan bueno para nuestro país ni para la región y donde está la minería, concluyó Pedro Francke.
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FUENTE: EL BUHO