El plan. El integrante del Comando Chavín de Huántar reconoce sus estrechos nexos con la familia Fujimori, confía detalles desconocidos de las llamadas de Montesinos desde la Base Naval y revela por qué decidió divulgar los audios.
Pedro Rejas recordó que Montesinos lo llamó después de la primera vuelta con la finalidad de poner a disposición de la campaña de Keiko Fujimori un equipo de personas que el exasesor presidencial controlaba desde el centro de reclusión de la Base Naval del Callao. Entre ellas se encontraba su cuñado Fernando Marino Panduro, el abogado Guillermo Sendón Guerra y un tercer personaje que por el momento solo identifica como “Carlos”. Este operador era el experto en equipos de inteligencia que condujo a Rejas, por indicación de Montesinos, a una oficina en el cruce de las avenidas La Molina y Los Constructores donde había montado un ejército de personas que se dedicaban a difundir mensajes por las redes sociales y por teléfonos.
Pero cuando el resultado de la segunda vuelta no fue favorable a Keiko Fujimori, Vladimiro Montesinos siguió comunicándose con Rejas, pero ya con otra intención: pagar sobornos a los miembros del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para que accedan a las demandas de los abogados de Keiko Fujimori y de esta manera obtener los votos necesarios para superar a Pedro Castillo. El enlace con el JNE era Guillermo Sendón.
Pasando el sombrero
¿Y de dónde van a salir los 3 millones de dólares?, se preguntó el comandante EP (r) Pedro Rejas Tataje. Montesinos le dio la respuesta: “Mira, la chica (Keiko Fujimori) sabe que tiene un montón de gente apoyándola. Entonces, que le pidan a Dionisio Romero. O, por último, a Rafael López Aliaga, por intermedio de (Norma) Yarrow (Lumbreras)”, respondió el exasesor presidencial.
“Montesinos me dijo que el operador en el JNE era Guillermo Sendón. ¿No hay otro?, le pregunté. ‘No hay otro, él es la llave’, me contestó”, explicó Pedro Rejas: “Entonces, cuando Montesinos habló del dinero para los miembros del JNE, presentí que estaba frente a un caso de corrupción, en medio de algo turbio, entonces decidí grabar todas las llamadas de Montesinos. No quería terminar involucrado en actos ilícitos, no quería afectar a mi familia. No estaba de acuerdo, por eso lo solté todo, para protegerme”, arguyó.
Alberto Fujimori guarda una especial consideración y lealtad con Rejas: cuando estuvo con detención domiciliaria en Santiago de Chile, le pidió que fuera a buscarlo para celebrar el cumpleaños de Keiko y Kenji Fujimori. Permaneció varias semanas planificando el retorno del ex jefe del Estado. Ya en la prisión de la Dinoes por los casos La Cantuta y Barrios Altos, le requirió apoyar la campaña presidencial de Keiko Fujimori. El domingo de la segunda vuelta con Ollanta Humala, el expresidente demandó a Rejas su presencia en la Dinoes. “Se deprimió muchísimo por la derrota. Estuvo cabizbajo y en silencio todo el tiempo. Y cuando se hizo de noche, y tenía que volver con mi familia, me rogó que me quedara con él. Estaba destrozado. Al día siguiente, me reitero que siguiera acompañándolo. Así pasé casi una semana con él en la Dinoes”, relató Rejas.
Suspiro limeño
En el 2013, durante el proceso de revocatoria de la entonces alcaldesa Susana Villarán, Alberto Fujimori convocó a la prisión de la Dinoes al comandante Pedro Rejas. Había organizado una reunión con Keiko Fujimori. “Con el respaldo de su papá, Keiko Fujimori me pidió que durante una semana recolectara firmas para apoyar la revocatoria que promovía Marco Tulio Gutiérrez. El plan de Keiko Fujimori era postular a la alcaldía de Lima para luego candidatear a la presidencia. Eso es lo que me dijo”, recordó Pedro Rejas: “Pero no acepté, era muy poco tiempo para recabar las firmas que querían. Dije que no”, señaló.
El exintegrante del Comando Chavín de Huántar detalló que fue en el 2012 que por primera vez lo llamó Vladimiro Montesinos desde la Base Naval para una reunión personal. “Me contactó porque estaba al tanto de mi relación con el expresidente Alberto Fujimori. Me dijo que no me preocupara por el ingreso, porque no me iban a revisar, ni pedir el DNI, ni me registrarían. Yo pensé que estaba alardeando. Pero así fue”, señaló Pedro Rejas. Fue en esa ocasión que Montesinos le solicitó que le dijera a Alberto Fujimori –con quien sabía se reunía frecuentemente– que le haría llegar un teléfono encriptado para comunicarse. Fujimori se negó, pero Rejas le dijo a Montesinos que le había dicho que lo pensaría.
Ya en plena segunda vuelta, a pocos días del debate entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo, Montesinos volvió a comunicarse con Pedro Rejas por uno de los tres celulares. Le indicó que su cuñado, Fernando Marino Panduro, le daría un “encargo”. Pedro Rejas conocía a Marino no solo porque había sido oficial de la Escuela Militar de Chorrillos, sino que sabía que era esposo de María Montesinos Torres. En 2005, cuando Alberto Fujimori fue inscrito como candidato presidencial por la alianza fujimorista Sí Cumple, y el JNE desestimó la postulación, Fernando Marino se apareció en la casa de Susana Higuchi, donde vivía Kenji Fujimori. Pedro Rejas recibió al cuñado de Montesinos, más conocido por el apelativo de “Shushupe”. Le comunicó lo siguiente: “De parte de Montesinos, dile al chiquillo (Kenji Fujimori) que nosotros (Montesinos y compañía) lo vamos a inscribir como candidato presidencial de todas maneras. El chiquillo me conoce, sabe quién soy y de parte de quién vengo”. Desde esa época, Pedro Rejas sabía que Fernando Marino Panduro, “Shushupe”, era un operador de Vladimiro Montesinos.
Y en tal condición reapareció cuando durante la segunda vuelta Montesinos le dijo a Rejas que Marino lo buscaría para entregarle unos documentos que Keiko Fujimori necesitaría en el debate con Pedro Castillo. “Eran recomendaciones, ideas, con muchas citas legales, para que ella los planteara durante el debate”, precisó Rejas.
Al sentir que estaba involucrándose con un megacaso de corrupción, Pedro Rejas Tataje no solo grabó a Vladimiro Montesinos sino también a uno de sus operadores, el abogado Guillermo Sendón Guerra. Cuando Montesinos le dijo que se contactara con Sendón porque era “la llave” para pagarle un millón de dólares a tres miembros del JNE, Rejas no dudó en grabar en video el encuentro.
“Montesinos me da el número de Sendón, pero yo ya lo conocía. El año anterior me llamó y me dijo que estaba armando un partido y que quería que participara por mi experiencia. Primero me hizo participar en una reunión por Zoom con otras personas, y luego me invitó a su casa de La Molina. Por eso aceptó de inmediato encontrase conmigo y me habló francamente del plan. Era evidente que había conversado antes con Montesinos. Se suponía que yo tenía que comunicar a los Fujimori el pedido de dinero, pero en lugar de eso preferí contarlo todo porque no quería ir preso por corrupción”, afirmó el comandante Pedro Rejas Tataje. Esta historia no ha terminado.
Un comando Chavín de Huántar dado de baja
El 31 de diciembre de 1998, La República destacó en primera plana que el recientemente ascendido comandante EP Pedro Rejas Tataje, uno de los destacados oficiales que intervinieron en la Operación Chavín de Huántar, fue pasado al retiro. El propio Rejas desconocía el motivo.
Rejas recordó que la noticia movilizó a toda la prensa. Debido al escándalo, el comandante general del Ejército de entonces, el general César Saucedo Sánchez, lo citó a su despacho. Saucedo estaba preocupado por el impacto de la noticia, así que, en nombre del Ejército, le pidió disculpas por lo que dijo había sido ’’un error’’. También le dijo que el pase al retiro se había revocado y que continuaría con su carrera militar.
Es entonces cuando ingresó una llamada telefónica que respondió el general Saucedo. ’’¿Está contigo el muchacho? Dile que se queda, que todo fue una equivocación’’. Rejas reconoció inmediatamente la voz. Se trataba de Vladimiro Montesinos.
El dato
Indicación. Según la Segunda Fiscalía Suprema Transitoria Especializada en Delitos cometidos por Funcionarios Públicos, el exintegrante del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) Luis Arce Córdova, supuesto contacto de Guillermo Sendón, operador de Vladimiro Montesinos, “habría incurrido en la presunta comisión del delito de cohecho pasivo específico”.