El nuevo oro blanco está presente hasta en artículos de uso cotidiano. Estudios arrojan que yacimientos en nuestro país bordearían las 880.000 toneladas, a tal nivel de competir con las reservas de Argentina, Bolivia y Chile como uno de los más importantes de la región.
El Perú podría sumarse a la industria del litio de cara a la transición energética global en un mundo cada vez más tecnológico y en búsqueda de mejorar las prácticas para preservar el medioambiente. Alternativas que generen un menor impacto negativo cuentan con una alta demanda. Tal es el caso de la industria automotriz, que, en su búsqueda por dejar los combustibles fósiles , requiere de grandes cantidades de litio para la elaboración de baterías recargables, los cuales son indispensables pasar a los vehículos eléctricos.
No obstante, países cercanos como Argentina, Bolivia y Chile conforman el ‘triángulo del litio’, puesto que reúnen entre los tres el 85% de este elemento químico en el planeta. Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, el Perú cuenta aproximadamente con 880.000 toneladas de litio en su territorio, pero ¿qué se sabe sobre este metal alcalino? Con el objetivo de obtener mayor información, La República conversó con el exviceministro de Energía, Pedro Gamio, y el expresidente del Instituto de Ingenieros de Minas, Rómulo Mucho.
Exploración del yacimiento de litio en Puno
La minera Macusani Yellowcake, que es una filial de la canadiense Energy Metals, halló un yacimiento de litio y uranio en un lago prehistórico cubierto de lava en la región de Puno, a 80 metros de profundidad. El sorpresivo hallazgo de litio planteó un reto extraordinario para el Perú, pero, hasta el momento, los avances en exploración han sido detenidos.
Actualmente, existen dos problemas: una declaración de impacto ambiental, que es un instrumento ecológico para seguir adelante, el cual está en trámite; y una acción contenciosa administrativa, un juicio, entre la actual titular de los derechos y la institución que tutela los derechos de la propiedad minera a nombre del Estado. “Una vez definidas esas controversias, se podrá confirmar el nivel de reservas que tenemos”, refirió el exviceministro Gamio.
“La noticia del hallazgo de litio en roca en Macusani, Puno, en un evento internacional sobre litio en Santiago de Chile en el 2017, fue de trascendencia mundial. En un inicio, se informó de la existencia de 2,3 millones de toneladas de carbonato de litio; luego, se habló de un mayor volumen. Desde aquel año, se ha venido difundiendo el hallazgo y sus avances en diversos eventos a nivel local e internacional. Esta noticia fue bien recibida por la comunidad minera y científica peruana, aunque también aparecieron opiniones de escépticos que no daban crédito a esta (información). El litio se presenta en muchos lugares del Perú, pero en pequeños contenidos metálicos que no hacen viable su aprovechamiento”, señaló Mucho.
¿Qué hace falta para un adecuado desarrollo industrial y extractivo del litio?
Ambos expertos coinciden en que deben culminarse con la exploración en Falchani, Macusani, para identificar y cuantificar las reservas existentes del mineral de litio. Sumado a ello, Mucho propuso:
- Necesidad de alta especialización tecnológica que no se puede desarrollar rápido.
- Factor geográfico: los centros de fabricación de autos se encuentran a grandes distancias, entonces, el factor logístico puede ser un freno.
- Tiene que existir la garantía de estabilidad política y jurídica en los países para atraer inversiones.
- La competencia por incentivos: los países que quieren atraer inversiones suelen ofrecer incentivos. Si estos incentivos son correctos, entonces, se podrán instalar las fábricas, siempre y cuando sean económica y geopolíticamente favorables, hallando alianzas entre la empresa, el Estado y las comunidades.
¿Qué usos se puede dar al litio?
“El litio representa 20% de una batería. Podríamos avanzar exportando carbonato de litio, pero no tenemos una ley específica que promueva darle valor agregado a este recurso, que es estratégico hoy en el mundo, en la cuarta revolución industrial”, indicó el exviceministro Pedro Gamio.
Respecto al uso, el experto en minería Rómulo Mucho amplió que no solo se tiene este elemento, sino en el que se le podría asignar. “Los principales usos del litio son principalmente ahora en las baterías para carros, celulares, productos de tecnología. También para la industria del vidrio cerámico, lubricantes y grasas, aire acondicionado, entre otros usos”, manifestó.
“También es bueno saber que producir carbonato de litio o hidróxido de litio solo representa un pequeño porcentaje del precio de una batería. El desafío mayor es avanzar en la cadena de valor hasta la industrialización: solo tener litio no es suficiente, se requiere de alta tecnología, acceso al mercado mundial y ser competitivo a la vez. De otro lado, es claro que, si no damos prioridad al desarrollo de este proyecto, estaremos ante otra oportunidad perdida”, complementó.
¿Cuáles son los beneficios económicos de la comercialización del litio?
“Existe la posibilidad de contar con una importante reserva de millones de toneladas de carbonato de litio, pero este programa exploratorio tiene que completarse con las reglas de seguridad que exigen los estándares internacionales. También existe un problema con la demora en el pago de los derechos por parte de algunas de las concesiones otorgadas a quien ha liderado este proyecto, y eso es materia de una controversia judicial, lo que complica la continuidad de la exploración”, explicó Gamio.
“El litio de Falchani en Macusani se encuentra en roca, distinto a los salares de Bolivia, Argentina y Chile. Por lo tanto, el costo de extracción del carbonato de litio estaría por US$4.000 por tonelada. Los precios se han ido incrementando conforme apareció la necesidad de acelerar la búsqueda de otras fuentes de energías renovables”, sostuvo Mucho.
“En 2015, se cotizaba en US$5.900 por tonelada de carbonato de litio, en el 2018, había escalado a US$14.000 la tonelada. En la actualidad, hablamos de más US$50.000 la tonelada. De ser realidad el proyecto Falchani, se podría añadir con montos considerables a nuestras exportaciones mineras. Si producimos unas 20.000 toneladas de carbonato de litio al año, con inversiones de unos US$600 millones, podríamos añadir conservadoramente unos US$1.000 millones a nuestras exportaciones”, argumentó.