El PIB de Alemania había retrocedido sucesivamente un 0,4 por ciento y un 0,1 por ciento durante los dos trimestres anteriores, según datos corregidos de las variaciones estacionales.
“Tras los leves declives de los dos trimestres anteriores, la economía alemana se estabilizó en primavera”, comenta al respecto Ruth Brand, presidenta de Destatis, en un comunicado.
Podría ser solo un paréntesis
La producción industrial continuó siendo baja, aumentando solo un 0,1 por ciento respecto al trimestre anterior, pese a que los problemas de abastecimiento ya casi han desaparecido.
La demanda exterior también estuvo a la baja, sobre todo por parte de China, lo cual penalizó las exportaciones, que retrocedieron globalmente un 1,1 por ciento. Y, tras dos descensos consecutivos, los gastos de consumo aumentaron levemente, un 0,1 por ciento.
Aunque el PIB alemán aleja así el fantasma de la recesión técnica -es decir, dos trimestres seguidos en retroceso-, los datos actuales podrían ser tan solo un paréntesis, ya que el índice de los indicadores de compra (PMI) siguió bajando en julio y en agosto, lo que sugiere que, en el trimestre de verano, el PIB podría bajar y la economía alemana podría acabar el año en negativo.
