Los precios mundiales de los alimentos alcanzaron en marzo “un nivel nunca registrado” debido a la guerra en Ucrania, que afecta seriamente al comercio de cereales y aceites vegetales, anunció el viernes la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Los precios de las materias primas agrícolas, como el trigo, el girasol o el maíz, siguen disparándose a medida que se intensifica el conflicto entre Rusia y Ucrania, los principales exportadores mundiales de estos productos.
El índice de la FAO, que se basa en la variación mensual en el mundo de los precios de una cesta de productos básicos, registró un aumento del 12,6% en marzo, con respecto a febrero, cuando ya había batido un récord desde la creación de estas estadísticas en 1990, indicó la organización en un comunicado.
La FAO destaca que el precio de los cereales “aumentó en un 17,1% con respecto a febrero, debido sobre todo al trigo y otros cereales secundarios, incrementos causados por la guerra en Ucrania”.
El bloqueo de los puertos ucranianos explica este máximo histórico. Ucrania es el quinto exportador mundial de trigo.
Desde el inicio del conflicto el 24 de febrero, el mar de Azov ha estado cerrado a la navegación y se bloquearon las exportaciones desde los puertos de Berdiansk y Mariúpol.
Los precios del maíz también “registraron una subida mensual del 19,1%, alcanzando un nivel récord, al igual que los de la cebada y el sorgo”, señala la FAO en su informe de marzo.
Ucrania pidió el jueves a la Unión Europea una ayuda urgente para los agricultores.
La Comisión europea coordinará los envíos, incluidos “el combustible, las semillas, los fertilizantes” o la maquinaria agrícola, según el Comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski.
Riesgo de crisis alimentaria mundial
Los precios de los alimentos también subieron debido a los aceites vegetales, que aumentaron en un 23,2% en un mes impulsados sobre todo por el aceite de girasol, cuyo primer exportador mundial es Ucrania.
También aumentaron los precios de los aceites de palma, soja y colza, debido a la ausencia del aceite de girasol de los supermercados.
En Francia por ejemplo, el aceite, la harina o la pasta llega a escasear en algunas tiendas debido sobre todo a las compras de los consumidores, que temen el desabastecimiento.
El martes, el presidente ruso, Vladimir Putin, propuso “vigilar” las entregas alimentarias a los países “hostiles” al Kremlin, en plena escalada de sanciones por las operaciones militares rusas en Ucrania.
La FAO indica además que, como consecuencia del conflicto, podría empeorarse la hambruna en el Sahel y en África Occidental, una región muy dependiente de las importaciones de cereales rusos y ucranianos.
Si no se toman las medidas adecuadas, podría afectar a 38,3 millones de personas en junio, según la institución.
Ante un pedido del presidente de Níger, Mohamed Bazum, varios países, entre ellos Estados Unidos y Francia, se comprometieron el miércoles a aumentar su ayuda a las poblaciones de esta zona por un monto de 1.790 millones de euros (1.950 millones de dólares).