La Presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, anunció este jueves que, durante su administración, Antonio Martínez Dagnino seguirá como jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), mientras que el equipo de Hacienda permanecerá al inicio de su gobierno, a excepción del subsecretario de Egresos Juan Pablo de Botton.
Esto significa que el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, continuará en el cargo, al igual que el actual titular de esa dependencia, Rogelio Ramírez de la O, quien fue el primer “destape” de Sheinbaum en abril, durante la Convención Bancaria.
Cuestionada sobre quién será el jefe del SAT en su gobierno, la presidenta electa respondió: “Se va a quedar Antonio, se queda prácticamente todo el equipo de Hacienda, nada más el subsecretario de Egresos, Juan Pablo de Botton, se va al gobierno de la Ciudad (…) Se quedan todos, es un muy buen equipo, es un equipo honesto, que conoce las finanzas públicas, nuestro proyecto, entonces yo estoy muy contenta trabajando con ellos”.
Martínez Dagnino es jefe del SAT desde octubre de 2022, cargo al que llegó en sustitución de Raquel Buenrostro, quien actualmente es secretaria de Economía en la administración saliente y será la Secretaria de la Función Pública en el gabinete de Sheinbaum.
Martínez fue una de las tres personas que fungieron como titulares del SAT durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con Buenrostro y Margarita Ríos Farjat, hoy ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Desde el inicio del actual gobierno, Martínez fungió como titular de la Administración General de Grandes Contribuyentes del SAT, cargo en el que permaneció hasta que fue nombrado el jefe de la autoridad tributaria.
Con Martínez Dagnino como titular, el SAT continuó con la estrategia de intensa fiscalización a los grandes contribuyentes que se implementó desde el inicio del gobierno, la cual permitió que en este sexenio hubiera una recaudación histórica a este tipo de contribuyentes vía auditorías.
Hasta junio de 2024, en el actual sexenio se habían recaudado por auditorías a grandes contribuyentes un total 1.381 billones de pesos (US$ 70 billones), cifra que representa un crecimiento de 106,1% en términos reales respecto a lo obtenido en administración anterior de Enrique Peña Nieto.
Juvenal Lobato Díaz, profesor de derecho fiscal en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que la ratificación de Martínez Dagnino al frente del SAT es una señal de que habrá continuidad en cuanto a la política fiscal y tributaria que ha venido implementado el gobierno de López Obrador.
La continuidad, dijo, se dará sobre todo con un fortalecimiento en las facultades de gestión que ha ejercido este gobierno, como las cartas invitación, citas de investigación profunda o correos electrónicos que el SAT ha enviado a los contribuyentes para que corrijan su situación fiscal en aquellos casos en los que detecta posibles irregularidades.
Igualmente se daría continuidad a la premisa principal que siguió el gobierno saliente de incrementar la recaudación sin crear nuevos impuestos o aumentar los ya existentes, dijo Juvenal Lobato.
“Habrá una mayor fiscalización a los contribuyentes cautivos como asalariados o prestadores de servicios independientes porque se les van a acabar los grandes contribuyentes por fiscalizar, pues son los menos”, dijo Lobato.
Además, al actual titular de SAT le corresponderá implementar el plan de simplificación y digitalización en materia tributaria que ha planteado la Presidenta electa con el fin de incrementar los ingresos del gobierno, esto, ha dicho Sheinbaum, en lugar de hacer una reforma fiscal.