Los tiempos cambian y el dinero, o al menos la forma de utilizarlo, también. Es por ello que la Unión Europea (UE) está estudiando cómo y cuándo crear una divisa digital. Aunque hay siete países del bloque comunitario (Bulgaria, Dinamarca, Hungría, Polonia, República Checa, Rumanía y Suecia) que no usan el euro a día de hoy, su versión moderna se plantea como un proyecto que va más allá del Eurosistema: es una declaración de intenciones. En definitiva, de seguir integrando y hacer más fuertes e independientes las distintas economías del Viejo Continente. Sin embargo, no es seguro que el ‘hermano pequeño’ de la moneda única acabe siendo una realidad, aunque tampoco es descartable que termine estando en nuestras cuentas bancarias dentro de varios años. Por lo tanto, es lícito preguntarse: ¿qué se sabe (y qué no) del euro digital.
El euro sustituyó a la peseta en España el 1 de enero de 2002. También cayeron en el olvido ese día el franco francés, el escudo portugués, la dracma griega y el chelín austriaco, entre otros. De la misma manera, la kuna cedió el puesto a la divisa común a principios de este año, cuando se materializó la unión de Croacia a la eurozona. Este ha sido el último país en sumarse al ‘club’, ahora formado por 20 miembros, pero detrás de la también conocida como moneda única está la aspiración de integrar todas las economías de Europa. Se trata de un propósito de la UE logrado en parte. Pero tempus fugit y la rápida digitalización de la vida en general, incluida la forma de usar el dinero día a día, han hecho que el Banco Central Europeo (BCE) se replantee si es necesario modernizar el euro para adaptarse. No obstante, crear un euro digital no es un mero desafío, sino que es una matrioshka de ellos.
“Al proyecto solo le veo retos, retos y retos por donde sea que lo mire“. Así se expresó Patricia Suárez, presidenta de la asociación de usuarios financieros (Asufin), durante el evento ‘Open Day del euro digital’ que el Banco de España (BdE) organizó el pasado jueves en su sede en Madrid.
Esta experta enumeró los flecos sueltos que todavía tiene el plan del ‘euro 2.0’, los cuales habían salido a flote poco antes durante las intervenciones previas de Ignacio Terol, quien forma parte del equipo que está desarrollando la nueva divisa (es Digital Euro Product Manager del BCE); José Manuel Marqués, director del Departamento de Innovación Financiera e Infraestructuras de Mercado del BdE; y Álvaro López, director general del Tesoro y Política Financiera de España.
El Consejo de la UE, la institución que agrupa a los Gobiernos de los 27 países de la organización, está presidido actualmente (y hasta final de año) por España. Ello, sumado a que el BCE acaba de comenzar una nueva fase en el proceso para crear el euro digital, llevó al banco central español a organizar una jornada para hablar de todo lo relacionado con la innovadora divisa que se está gestando. Pero la mayoría de las dudas que había previamente se quedaron sin resolver, pues muchas de ellas están relacionadas con aspectos que la UE todavía tiene que acordar: desde cómo se legislaría el euro digital hasta qué tecnología se usaría pasando por el impacto medioambiental y cómo se garantizaría la privacidad de los usuarios.
Aun así, tanto el BdE como el Banco Central Europeo dieron algunas pistas sobre qué aportaría el euro digital a nuestra vida diaria.