Tras completar por fin el acuerdo post-Brexit con la UE, casi 7 años después del referéndum y 2 desde que abandonara oficialmente la Unión, Reino Unido se prepara para firmar la entrada en el primer gran acuerdo comercial de su nueva etapa. En la madrugada del jueves, los 11 países miembros del Acuerdo Trans-Pacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés) confirmaron que permitirían a Londres entrar en el tratado “de forma inminente”, según explicó la ministra de Comercio británica, Kemi Badenoch.
El CPTPP nació con el impulso de Barack Obama cuando era presidente de EEUU, como una forma de imponer estándares comerciales a China a base de reunir a la mayor parte de sus vecinos y principales compradores en la región del indopacífico. La victoria de Donald Trump, sin embargo, puso al pacto contra las cuerdas por la retirada de su principal miembro, EEUU. Sin embargo, el acuerdo comercial logró sobrevivir a la marcha de su impulsor gracias al interés de Japón, que logró que los restantes miembros lo pusieran en marcha.
Así, Reino Unido será el duodécimo miembro, tras Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. El país europeo ya tenía acuerdos bilaterales con la mitad del grupo, y el comercio total con estos países supone un tercio de los intercambios con la UE, por lo que este acuerdo no compensará, ni de lejos, los costes que ya están pagando por abandonar el Mercado Común europeo. Pero es el primer éxito al que pueden apuntar los defensores de buscar una política comercial independiente fuera de la UE.
La entrada en este nuevo club, de todas formas, indica que la decisión del nuevo primer ministro, Rishi Sunak, de llegar a acuerdos con Bruselas de forma constructiva en vez de amenazar con quemarlo todo, como proponía su predecesor, Boris Johnson, es más efectiva. Los miembros del CPTPP se habían negado a aceptar oficialmente a Reino Unido, pese a que cumplía los requisitos de entrada, hasta que cerrara la batalla política y comercial con Bruselas sobre Irlanda del Norte. Y su accesión también fijará los estándares británicos para los productos alimentarios, lo que permitiría negociar un acuerdo similar con la UE para facilitar aún más el comercio con la compleja provincia británica, que sigue en el Mercado Común europeo.
El proceso de admisión de Reino Unido también puede afectar de rebote al comercio regional en Asia. China y Taiwán han solicitado unirse al grupo, lo que era uno de los objetivos iniciales de EEUU al negociarlo. El mecanismo utilizado con el candidato británico ya puede haber sentado precedente, y tanto Pekín como Taiwán podrán seguir los mismos pasos que Londres.