Uno de los personajes más importantes de la política económica a nivel mundial, nada más y nada menos que el presidente del Banco Mundial, David Malpass, ha sorprendido con un mensaje en sus redes sociales en el que anuncia su dimisión a uno de los cargos más importantes en la actualidad.
“Tras pensarlo mucho, decidí buscar nuevos retos”, dijo Malpass, de 66 años, en un comunicado del banco tras informar de su decisión al consejo de administración del BM, recalcando que dejará a fines de junio su cargo al frente de la entidad.
“Esta tarde, me reuní con la Junta Directiva del Grupo del Banco Mundial y les informé de mi intención de dejar el cargo a fines de nuestro año fiscal del 30 de junio”, dijo el aún funcionario de la entidad en su cuenta de Twitter.
“Esta es una oportunidad para una transición de liderazgo fluida mientras el Grupo del Banco trabaja para enfrentar los crecientes desafíos mundiales”, añadió
Su mandato, de cuatro años de duración, vio a la institución enfrentarse a crisis mundiales como la pandemia de la covid-19 y la invasión rusa de Ucrania. Por su parte, el banco dijo que “respondió rápidamente” ante estos retos, en particular movilizando la cifra récord de 440.000 millones de dólares para responder a la pandemia.
“Bajo su liderazgo, el Grupo del Banco más que duplicó la financiación para enfrentar la crisis climática en los países en desarrollo, alcanzando la cifra récord de 32.000 millones de dólares el año pasado”, añade el comunicado en referencia a Malpass.
Malpass aseguró en un escrito tras su dimisión que tiene muchas ganas de trabajar en los múltiples desafíos que enfrentan la economía, los negocios, el desarrollo y las finanzas globales, “como lo he hecho a lo largo de mi carrera en el sector público, buscaré formas de mejorar la vida y el nivel de vida de las personas”, aseguró.
El miembro del Banco Mundial defendió su gestión durante los últimos años y aseguró que se promovió la transparencia y el liderazgo en todo momento.
“Nos hemos organizado de manera efectiva para llevar a cabo la realineación, construir el banco de conocimientos, producir informes emblemáticos muy respetados, promover la transparencia y la sostenibilidad de la deuda y profundizar nuestro liderazgo en la economía del desarrollo”, dijo Malpass.
Entre otro de sus retos más emblemáticos estuvo el del conflicto entre Rusia y Ucrania, una guerra que cumple un año y a la que el Banco Mundial le hizo frente, incluso, el pasado 10 de febrero, pues la entidad dirigida por Malpass aprobó un proyecto valorado en 50 millones de dólares (46,8 millones de euros) para reparar las infraestructuras de transporte en Ucrania y así “apoyar el despliegue de ayuda humanitaria e incrementar la capacidad de las rutas de exportación e importación” del país.