Las exportaciones argentinas de soja, maíz, trigo, girasol y cebada se proyectan en apenas 29.300 millones de dólares para 2024, lo que representaría una recuperación de 5.700 millones respecto de 2023, pero una caída de 1.700 millones respecto del promedio de los últimos cinco años, anunció la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR) en su último informe Guía Estratégica para el Agro (GEA). Las nuevas cifras representan asimismo una cañida del 18% con respecto a los cálculos de diciembre.
Luego de la histórica sequía durante la campaña anterior, el retorno de las lluvias hacia fines del año pasado “permitió prever una fuerte recuperación de la producción de granos para el ciclo 2023/24. Sin embargo, el impacto de la chicharrita sobre el maíz, en particular el tardío, recorta la estimación de producción de grano amarillo en un 11% de lo previsto hace un mes”, señala el documento.
“Mientras que hace un mes se esperaba que la producción total de grano alcanzara los 137,6 Mt para el nuevo ciclo y fuera la segunda campaña de mayor producción, con este recorte en la estimación de maíz el volumen total cae hasta los 131,1 Mt, quedando así por debajo incluso de otras cifras anteriores”, prosiguió.
Además de una menor producción, la caída de los precios internacionales contribuye al descenso. “De hecho, considerando los cinco principales complejos agrícolas, la proyección de exportación para 2024 es de US$ 30 mil millones y se ubica en US$ 29,3 mil millones”, mostró el estudio. Si bien se observa una recuperación, “el valor de las exportaciones de estos productos estaría US$ 1.700 millones por debajo del promedio de los últimos cinco años.”
“Es necesario considerar que en la estimación de los despachos al exterior para el año calendario 2024 inciden dos campañas para cada cultivo. En el caso de los cultivos de invierno, impacta la producción de 2023/2024 y 2024/2025,″ destacó la Bolsa de Comercio de Rosario.
En cuanto a otros productos agrícolas, ”la estimación para la campaña 2023/24 alcanza los u$s 30.700 millones, una caída de u$s 800 millones respecto de la estimación anterior.“ Si bien esta cifra significaría una recuperación de US$ 5.700 millones entre campañas, aún estaría por debajo de los valores de los ciclos 2020/21 y 2021/22, dado el derrumbe de los precios internacionales y los efectos negativos de la chicharrita sobre los cultivos de maíz.
El informe mensual GEA de abril, realizado por Tomas Rodríguez Zurro y Emilce Terré, determinó que el impacto de la chicharrita en el maíz, especialmente en los cultivos tardíos, redujo las expectativas de producción del grano amarillo en un 11%, ubicándolas en 50,5 millones de toneladas. Esta disminución, sumada a otros factores, llevó a revisar a la baja la estimación de producción total de granos para el ciclo 2023/24.
”Aunque se espera una recuperación gradual, persiste la incertidumbre en el horizonte en medio de un contexto económico mundial variable”, explicaron también los autores del documento.
Las altas temperaturas, las abundantes lluvias y el escalonamiento de las fechas de siembra provocaron la rápida reproducción y migración de la plaga conocida como chicharrita, que es endémica del norte argentino y en 2024 se detectó antes que en años anteriores.
