Antes de la votación del presupuesto 2024, el ministro de Finanzas de Rusia aseguró que el objetivo es “asegurar nuestra victoria” frente a Ucrania.
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“Los recursos previstos para 2024 fueron determinados conjuntamente con los departamentos del bloque de seguridad y permiten resolver las tareas planteadas en el marco de la Región Militar del Norte, incluido el suministro de material militar, la logística y el apoyo social a los militares”, explicó Siluanov.
En septiembre, el Kremlin había considerado “absolutamente necesaria” esta explosión del gasto para contrarrestar la “guerra híbrida” que, en su opinión, está librando Occidente al apoyar a Kiev.
Según un documento del Ministerio de Finanzas de septiembre, los gastos de defensa aumentarán un 68% en 2024 con respecto a 2023, alcanzando los 10,8 billones de rublos (unos 115.000 millones de dólares).
El importe asignado a la defensa representará alrededor del 30% de los gastos federales en 2024 y el 6% del PBI, algo inédito en la historia moderna de Rusia.
El gasto de defensa de Rusia fue en 2022, en plena guerra con Ucrania, de 4.700 millones de rublos, mientras que para 2023 ascendió a 4.980 millones, lo que significa que para los próximos años el presupuesto se duplicará con creces.
Hace poco más de 20 meses que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció la invasión del país vecino. La respuesta de Occidente fue brindar apoyo económico y armamentístico a Ucrania y la imposición de sanciones internacionales contra la economía rusa con el objetivo de golpear su industria armamentística y comercio exterior.