China lanzó un proyecto para potenciar el uso del yuan, en el marco de la guerra comercial con USA. Las autoridades apuestan por un sistema de pagos propio para desligarse del dólar.
China busca fortalecer el uso del yuan y de su propio sistema de pagos en el comercio internacional, en un contexto de guerra comercial con Estados Unidos. En detalle, el gobierno de Shanghái apunta a expandir y mejorar la red global del Sistema de Pagos Transfronterizos (CIPS), una alternativa al sistema SWIFT. El proyecto también promueve el financiamiento e inversión en moneda local.
El comunicado oficial detalla que se incentivará a los bancos a priorizar el uso de la moneda local y a difundir las políticas relacionadas con el comercio transfronterizo en yuanes. Además, se establece la creación de mecanismos de evaluación para medir el uso del yuan por parte de empresas estatales en sectores estratégicos de Shanghái.
¿Cómo es el plan de China para potenciar el yuan en el comercio?
El plan de China tiene como objetivo que tanto las grandes empresas públicas que operan internacionalmente como las compañías dentro de las cadenas de producción, suministro e innovación adopten el yuan para sus operaciones de pago y liquidación exterior.
Las autoridades también busca profundizar la apertura del sector financiero chino y aumentar el respaldo a empresas que expanden su presencia internacional.
De acuerdo con el comunicado, la estrategia pretende consolidar el rol de Shanghái como un Centro Financiero Internacional y facilitar que las empresas locales participen en la competencia y cooperación global de manera más segura, eficiente y accesible.
El desafío del BRICS frente al dólar
China apuesta a la transformación del sistema financiero al proponer a los países BRICS una alternativa concreta al dólar, más allá del fortalecimiento del Sistema de Pagos Transfronterizos (CIPS) como plataforma internacional. Con el apoyo del Banco Popular de China, se impulsarán los pagos transfronterizos en yuanes entre los miembros del bloque, lo que representa un cambio estratégico en el panorama económico global.
La propuesta apunta a reducir la dependencia del sistema bancario estadounidense, percibido como un instrumento de presión geopolítica en el contexto actual. La creación de un ecosistema de pagos propio, sustentado en el CIPS, podría modificar de forma profunda las dinámicas tradicionales del comercio exterior y fortalecer el papel del yuan en operaciones bilaterales clave.
