El Banco Central de Turquía decidió este jueves mantener los tipos de interés al 50% a pesar de que la inflación está en el 70% en marzo, según los datos oficiales de Turkstat, ya que los expertos independientes de Enagrup situaron el IPC turco en marzo en el 124,6%.
Hace poco, la autoridad bancaria turca dio a los bancos liquidez mucho más costosa de la que marcaba su tipo de referencia y por eso tienen bastante margen para seguir impulsando fondos sin necesidad de encarecer el precio del dinero. Esto permite al Banco Central de Turquía (CBTR por sus siglas en inglés) mantenerse en unos tipos al 50% tras haber aplicado una agresiva política de ajuste monetario a comienzos del verano pasado.
En un comunicado oficial, la principal autoridad bancaria otomana aseguró que teniendo en cuenta los efectos retardados del ajuste monetario “el Comité decidió mantener la tasa de política sin cambios, pero reiteró que sigue muy atento a los riesgos de inflación”. Reiteran que la política monetaria seguirá dentro de la ortodoxia “hasta que se produzca una disminución significativa y sostenida de la tendencia subyacente de la inflación mensual”.
Los economistas de Bloomberg Ziad Daoud y Selva Bahar Baziki escribieron en un comentario que el CBTR mantiene inalterados los tipos pero “esperamos que aumenten los costes de endeudamiento”. Para esto esperan que, en vez de aplicar una tasa de recompra de referencia más alta, proponen “restringir el acceso por esa vía y obligar a los prestamistas que buscan liquidez a pagar un precio más alto. También es probable que el banco central endurezca el crecimiento del crédito y las regulaciones”, aseguran.
Con todo, Erdogan está cumpliendo con su promesa del retorno a la ortodoxia económica para tranquilizar al mercado. De hecho, el analista de divisas de InTouch Capital, Piotr Matys, reiteró en un comentario que el CBTR “restauró una gran parte de su credibilidad”. Aunque alerta que muchos observadores del mercado están de acuerdo en que el comité del banco central “no debería tener prisa” para empezar a recortar los tipos.
En este sentido, Ziad Daoud y Selva Bahar Baziki aseguran que es posible que el banco central recurra a esas medidas alternativas para controlar la inflación, por lo que esto le deja la palanca para mantener los tipos en el 50% hasta el tercer trimestre del año y los recortarán al 45% para finales de año. “Después, el banco central iniciará un ciclo de flexibilización de ritmo lento en el cuarto trimestre”.
“Las condiciones financieras deberían seguir siendo estrictas hasta que se vea una disminución en la inflación secuencial o una gran mejora en las expectativas”, dijo James Walsh, jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional en Turquía, en una entrevista en Washington.
“Las condiciones financieras deberían seguir siendo estrictas hasta que se vea una disminución en la inflación secuencial o una gran mejora en las expectativas”, dijo James Walsh, jefe de la misión del Fondo Monetario Internacional en Turquía, en una entrevista en Washington.
“La política fiscal debería reforzar la política monetaria, y en este caso eso significaría que el déficit fiscal probablemente debería reducirse un poco este año”, dijo Walsh. Haciéndose eco de las orientaciones del banco central, dijo que “si hay un empeoramiento de la dinámica inflacionaria, entonces tiene sentido subir las tasas”.