Durante el último año agrícola en Uruguay descendió la faena de caballos, también la exportación medida en volumen, pero el ingreso de dólares se mantuvo, con base eso en que se está logrando un precio mayor por tonelada embarcada, con la Unión Europea liderando en un abanico de destinos que también integran Japón, China y la Federación Rusa, principalmente.
En su Anuario Agrícola, el Instituto Nacional de Carnes de Uruguay (INAC) informó que la faena cayó 15,1%; que se exportó 2,8% menos carne equina; que los ingresos globales se sostuvieron en unos US$ 34 millones; y que el precio medio por tonelada mejoró casi 3%.
El precio que Uruguay logra por la tonelada de carne equina (US$ 4.445) supera a lo que se logra por carne bovina (US$ 4.024/ton), obviamente con una enorme diferencia en el volumen considerado a favor de la de vacuno.
La carne de caballo también se paga mejor desde el exterior que la carne ovina (US$ 3.659) y que la aviar (US$ 751) exportadas, con algo menos que lo que se obtiene por carne porcina (US$ 4.560/ton).
Se trata de un rubro de la agroindustria cárnica sin difusión masiva, con base eso, admitieron varias fuentes a El Observador, en el valor de la equinocultura en Uruguay, un país donde el consumo de esta carne no está popularizado, a la vez que sí está impuesto y especialmente en las comunidades rurales el valor que el caballo tiene como animal de compañía para el hombre, que lo utiliza para el trabajo, el deporte y el entretenimiento.
La faena de equinos en el año agrícola 2023/2024 involucró a 47.164 cabezas, un 15,1% menos que durante 2022/2023.
La actividad industrial se desarrolló en tres complejos: Clay con 30.915 (65,55%); Sarel con 11.095 (23,52%); y Agroindustrial del Este con 5.154 (10,93%).
La faena a nivel nacional, tras un piso en 2019/2020 con 35.995 cabezas, fue ascendiendo año tras año hasta un máximo de 55.533 caballos en 2022/2023, a lo que le sucedió la señalada caída de 15,1%.
El registro más bajo en la última década fue 33.851 caballos en 2015/2016 y el más elevado fue ese de 2022/2023.
Sobre la agroindustria de carne de caballos, INAC informó también que en este último año móvil el 65% se exportó a la Unión Europea; el 13% a Japón; el 11% a otros destinos; el 6% a China; y el 4% a la Federación Rusa.
En total, a todos esos mercados, fueron exportadas 7.687 toneladas (peso embarque), un 2,8% menos volumen con relación a las 7.912 toneladas de 2022/2023, cuando ya hubo una caída de 3,2% con relación a las 8.175 toneladas de 2021/2022 (último ejercicio en el que se expresó un crecimiento, que fue notorio, un 27,6%).
Medido en dinero, las exportaciones de 2023/2024 reportaron US$ 34,1 millones, un monto casi idéntico al de 2022/2023, por debajo de los US$ 35,2 millones de 2021/2022 que fue el valor máximo logrado en la última década; US$ 20,5 millones en 2015/2016 fue el registro más bajo en ese período.
El ingreso medio por exportaciones fue US$ 4.445 por tonelada en 2023/2024 y es el mejor registro en la última década, superando los US$ 4.321 por tonelada del año anterior y con el registro más bajo en 2020/2021 con US$ 3.725 por tonelada.
Para dimensionar el peso de este subrubro en las exportaciones cárnicas corresponde citar que el segmento principal es la carne bovina: en 2023/2024 se exportaron 527.902 toneladas por US$ 2.124 millones y a una media de US$ 4.024 por tonelada.