Zimbabue, el país que tiene el dudoso récord de haber sufrido el caso de hiperinflación más largo de la historia, con seis años seguidos en los que la inflación mensual media superó el 50%, ha vuelto a las andadas. El país ha vuelto a entrar en una crisis inflacionaria, la tercera en dos décadas, tras sufrir una serie de devaluaciones que han disparado los precios en junio.
Según los datos de la agencia estadística del país, el índice combinado de precios al consumidor (ICPC) se ha disparado un 74,5% solo en junio, hasta alcanzar el 175,8% interanual. En mayo, el crecimiento mensual había sido solo del 15,7% y el interanual, del 86,5%.
El ICPC empezó a usarse en febrero, y combina precios de productos básicos en dólares estadounidenses y zimbabuenses, ya que el 75% de las operaciones del país usan la moneda estadounidense como referencia, en vez de la desprestigiada divisa local.
Sin embargo, pese a que la mayoría de ciudadanos evita usar el dólar zimbabuense todo lo que puede, su debilidad sigue dañando de lleno a la economía. Y precisamente, la inflación se ha visto avivada por una fuerte depreciación de la moneda local. El banco central ha aflojado los controles sobre el mercado de divisas desde mayo, para intentar cerrar la creciente brecha entre el tipo de cambio oficial (completamente irreal, en la práctica) y el del mercado negro, y el dólar zimbabuense ha reaccionado hundiéndose un 85% frente al ‘billete verde’.
La Confederación de Industrias de Zimbabue, la asociación industrial más grande del país, reconoció en un informe, con un lenguaje bastante eufemístico, que es “poco probable” que se logre este año el objetivo de inflación mensual establecido por las autoridades, de entre el 1% y el 3%. “La capacidad de cumplir con los objetivos de inflación ahora está bajo una seria amenaza”, dijo la asociación, antes de registrarse el dato de inflación de un 74,5% mensual.
Elecciones en agosto
El nuevo hundimiento de la moneda local y el disparado coste de los alimentos serán, con toda probabilidad, dos de los temas clave de cara a las elecciones programadas para el 23 de agosto, en las que el presidente Emmerson Mnangagwa intentará renovar su cargo por las buenas o por las malas en un ambiente de represión contra los candidatos opositores.
Por el momento, el comité de política monetaria del banco central de Zimbabue elevó el 6 de junio los tipos de interés, los más altos del mundo, del 140% al 150%, pero desde entonces ha descartado nuevos aumentos. “Ya hemos subido los tipos y hay un límite para seguir subiéndolos” sin que se disparen los préstamos bancarios morosos, dijo el gobernador John Mangudya la semana pasada.