Penas más duras y delito reconocido por la especificidad de los casos. En vísperas del Día Internacional de la Mujer, el Gobierno de Giorgia Meloni aprobó en Consejo de Ministros un proyecto de ley para modificar el Código Penal e introducir el delito de feminicidio y otras medidas normativas para combatir la violencia contra las mujeres y proteger a las víctimas.
A propuesta de los ministros de Justicia, Carlo Nordio, Interior, Matteo Piantedosi, Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Roccella, y de Reforma Institucional y Simplificación Normativa, Maria Elisabetta Alberti Casellati, el Consejo de Ministros aprobó el texto, que prevé una intervención amplia y sistemática para responder a la necesidad de protección contra “el fenómeno de dramática actualidad de las conductas y manifestaciones de prevaricación y violencia cometidas contra las mujeres”. El texto será trasladado a las dos cámaras del Parlamento, Cámara y Senado, para su aprobación y posterior conversión en ley.
“Siempre hemos dicho que la lucha contra el feminicidio y la violencia contra las mujeres debe ser también una lucha contra la cultura generalizada en las relaciones hombre-mujer. Introducir el delito de feminicidio es sobre todo un intento de producir un cambio cultural”. Así se expresó la ministra Eugenia
Qué prevé el proyecto de ley sobre el feminicidio
Con el nuevo proyecto de ley, el Gobierno pretende introducir el nuevo tipo penal de “feminicidio”, que, debido a la extrema urgencia criminológica del fenómeno y a la particular estructura del delito, se sanciona con cadena perpetua.
Según el comunicado emitido al término de la reunión, esta pena se impondrá a “quien cause la muerte de una mujer cuando el hecho se cometa como un acto de discriminación u odio hacia la ofendida por su condición de mujer o para reprimir el ejercicio de sus derechos o libertades o, en todo caso, la expresión de su personalidad”.
A continuación, el Gobierno subraya que se introducen las mismas circunstancias de comisión del delito como agravantes de los delitos más típicos del código rojo, con la previsión de un aumento de las penas previstas de al menos un tercio y hasta la mitad o dos tercios, según el delito.
El texto presentado por el Gobierno de Meloni prevé también otras medidas para proteger a las víctimas y a sus familias. El proyecto de ley:
- Prevé la audiencia obligatoria del ofendido por el fiscal, que no podrá delegarse en la Policía judicial, en los casos de código rojo.
- Introduce obligaciones específicas de información a favor de los familiares de la víctima de feminicidio.
- Prevé la opinión no vinculante de la víctima en caso de negociación de la pena para los delitos de código rojo y las obligaciones de información conexas y la carga de motivación del juez.
- En los casos en que existan requerimientos previos al juicio, prevé la aplicación al imputado de la medida de prisión preventiva en cárcel o arresto domiciliario.
- Interviene en los beneficios penitenciarios para los infractores del código rojo.
- Introduce, en favor de las víctimas de delitos de código rojo, el derecho a ser notificadas también de la salida de prisión del delincuente condenado, tras la concesión de medidas de recompensa.
- Refuerza las obligaciones de formación de los magistrados, previstas en el apartado 2 del artículo 6 de la Ley nº 168 de 2023.
- Amplía a la fase de ejecución de la sentencia indemnizatoria el régimen favorable en materia de reserva de débito previsto para las víctimas de homicidio y feminicidio en “código rojo”.
- Introduce una disposición de coordinación que prevé la extensión al nuevo artículo 577-bis de las referencias al artículo 575 contenidas en el código penal.
Rocella: “Los feminicidios disminuyeron ligeramente”.
“Siempre hemos situado la lucha contra la violencia hacia las mujeres en el centro desde el inicio de nuestro Gobierno. Hicimos una primera intervención legislativa, que además tenía algunos elementos muy innovadores, como la detención en flagrante delito diferido, y tratamos de intervenir sobre medidas cautelares, de ahí los instrumentos de prevención. Los feminicidios han disminuido muy ligeramente, por lo que nos ha parecido oportuno volver a intervenir. – El ministro Rocella prosiguió: “Lo hicimos por primera vez circunscribiendo la especificidad del delito de feminicidio y su diferencia con el homicidio, no como una mayor gravedad desde el punto de vista ético, sino precisamente porque tiene una diversidad que también se evidencia en el número de homicidios”.
“Hay una asimetría evidente entre el número de homicidios de mujeres a manos de hombres en comparación con el número de homicidios de hombres a manos de mujeres, que son cifras irrisorias, casi inexistentes”, añadió la ministra, que continuó explicando: “Esta asimetría numérica es el espejo de una asimetría mucho más profunda, más arraigada en la historia de la humanidad“: asimetría de poder entre hombres y mujeres, asimetría privada entre hombres y mujeres, asimetría respecto al reconocimiento, al respeto y a la libertad de las mujeres para decir no, la libertad de irse, la libertad de tener mutaciones en sus propios sentimientos y, por tanto, también en su propia voluntad”.
“La figura de la víctima o de sus familiares se realza en la medida en que interviene o se la coloca en condiciones de intervenir eficazmente en la fase de investigación o incluso en la fase posterior, precisamente porque se convierte a todos los efectos en protagonista de la dialéctica del proceso“, dijo el ministro Nordio al comentar la aprobación del proyecto de ley.
La oposición pide más prevención
La oposición celebró la introducción del delito de feminicidio, pero también pidió más medidas preventivas. “Sin embargo, no podemos dejar de señalar que una vez más el Gobierno actúa con medidas penales que intervienen cuando la violencia o el feminicidio ya se han producido, mientras sigue ignorando la acción preventiva de la educación. El feminicidio y la violencia de género son fenómenos culturales, ligados a la desigualdad de poder entre hombres y mujeres y a modelos sociales y de relación marcados por un patriarcado que aún persiste.
En este frente, el primer Gobierno liderado por una primera ministra, Giorgia Meloni, puede y debe hacer más, con respecto a la continua re-proposición de modelos sociales y familiares obsoletos y machistas“, dijeron los parlamentarios del Dem en la Comisión Bicameral de Feminicidios Cecilia D’Elia, vicepresidenta, Sara Ferrari, jefa de grupo, Antonella Forattini, Valentina Ghio, Filippo Sensi y Valeria Valente.
“Por eso volvemos a pedir, en vísperas del 8 de marzo, que a este proyecto de ley sobre el delito de feminicidio se agreguen nuestras propuestas sobre educación de la afectividad y respeto a la diversidad de género. Y consecuentemente también las de acoso sexual y consentimiento. Todos debemos ser conscientes de que la batalla contra el feminicidio y la violencia contra las mujeres se libra, ante todo, en el terreno del cambio sociocultural y que el derecho penal no es, desde luego, suficiente”, concluyen las parlamentarias.