Combatientes del movimiento popular yemení Ansarolá congregados en una localidad en Saná, capital yemení.
Durante el año 2021, el movimiento popular Ansarolá de Yemen consiguió grandes logros que socavaron aún más el gobierno dimitido yemení.
En un informe publicado este domingo, el portal Arabi 21 considera al gobierno dimitido de Yemen como el mayor perdedor en 2021, pues ha perdido su poder en el norte frente a Ansarolá y en el sur, ante los separatistas respaldados por los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
De hecho, el reporte destaca los logros militares y victorias alcanzados por el movimiento popular yemení durante el 2021, sobre todo en la estratégica provincia de Marib (centro-oeste).
El pasado febrero, las fuerzas separatistas del sur de Yemen, respaldadas por los EAU, ocuparon la sede del gobierno en la ciudad sureña de Adén, tras fuertes choques con las unidades del presidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, apoyado por Riad, con un saldo de decenas de muertos y heridos.
Además, el Departamento de Estado de EE.UU. informó que revoca la medida de la Administración predecesora, presidida por Donald Trump, y sacó al movimiento popular yemení de su llamada lista de organizaciones terroristas.
Un dirigente de Ansarolá anuncia que el Ejército yemení ha tomado el control del sur de Marib, y advierte que Arabia Saudí debe rendir cuentas por sus agresiones.
Ansarolá arrancó una operación a gran escala contra Marib, último bastión del gobierno dimitido yemení en el norte. Además, lanzó ataques contra el estratégico aeropuerto de Abha, en el suroeste de Arabia Saudí.
El gobernador de la isla yemení de Socotra, Ramzi Mahrus, anunció la llegada de vehículos militares de los Emiratos Árabes Unidos para apoyar a los Combatientes del Consejo de Transición del Sur (STC, por sus siglas en inglés).
- Mercenarios emiratíes arrebatan a los saudíes la isla de Socotra
En marzo, los combatientes de Ansarolá lanzaron un ataque con misiles y aviones no tripulados (drones) contra blancos económicos y militares de Arabia Saudí, país que lleva a cabo desde 2015 una brutal agresión militar contra Yemen. Además, las fuerzas populares avanzaron en la industria militar, exhibiendo sus misiles balísticos y aeronaves no tripuladas.
Durante el mes de abril, Ansarolá tomó el control de un medio de comunicación en Saná, capital yemení.
El Ejército de Yemen detalla una operación contra mercenarios saudíes en Al-Yawf y afirma que la agresión saudí nunca romperá con la resistencia popular yemení.
Alcanzando cada día más victorias, las fuerzas de Ansarolá avanzaron en julio en la provincia de Al-Bayda (suroeste), ganando más terreno ante militares afiliados al gobierno de Mansur Hadi.
De hecho, los combatientes de Ansarolá liberaron en septiembre la región de Rahba de los mercenarios apoyados por Arabia Saudí y sus aliados y tomaron el control de la última zona en la provincia de Al-Bayda en el centro de Yemen. Asimismo, en el mes siguiente, recuperaron el control de varias zonas en Marib y lanzaron una operación a gran escala contra blancos vitales en el profundo de Arabia Saudí.
Las fuerzas yemeníes han dejado claro que seguirán sus operaciones contra Arabia Saudí y sus aliados, tanto en el territorio saudí como en los territorios ocupados por los mercenarios de la monarquía árabe, mientras esta no cese su agresión y asedio contra el pueblo yemení.
