Tras feroces enfrentamientos con las fuerzas afiliadas al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, apoyadas por Arabia Saudí, las tropas yemeníes lograron hacerse con el control de unas colinas entre las ciudades de Job y Al-Shaaf en la provincia de Marib (centro-oeste), reportó el lunes la cadena Al-Masirah, citando a fuentes locales.

De acuerdo con la información recogida por Yemen Press Agency, las fuerzas del Ejército de Yemen primero dejaron a los elementos de la llamada coalición saudí avanzar hacia la región de Al-Salba, y luego, en una operación de pinza, infligieron severas bajas mortales y materiales a los enemigos: Reportan en 30 el número de los muertos y heridos entre los mercenarios.

Este logro les permitirá a las fuerzas yemeníes expandir su dominio en Marib, con los ojos puestos en la localidad homónima que, junto a Al-Wadi, son las dos únicas ciudades que aún siguen en manos de los mercenarios saudíes.

El Ejército yemení sigue con sus operaciones contra los mercenarios saudíes y los terroristas de Al-Qaeda, apoyados por el reino árabe, logrando grandes avances en Marib.

El lunes, las fuerzas yemeníes lograron abatir al comandante más destacado de la coalición liderada por Riad, en el marco de una operación de inteligencia exitosa en el sur de Marib.

Varios expertos y figuras consideran que la reconquista de Marib sería como un “punto de inflexión” en la guerra impuesta a Yemen.

De hecho, la importancia estratégica de Marib para todas las partes del conflicto no se discute, ya que hay mucho en juego. Si el Ejército yemení y comités populares logran hacerse con el control de la gobernación de Marib, la coalición saudí sufrirá un golpe del que no podrá recuperarse.