El alto diplomático ha dicho que la invasión del 24 de febrero tiene sus raíces ocho años antes
«La operación especial en Ucrania es el resultado de la falta de voluntad del régimen de Kiev para detener el genocidio de los rusos mediante el cumplimiento de sus obligaciones en virtud de los compromisos internacionales», expresó Anatoly Antonov, embajador de Rusia en Estados Unidos a ‘Newsweek’. «El deseo de los estados miembros de la OTAN de usar el territorio de un estado vecino para establecer un punto de apoyo en la lucha contra Rusia también es obvio», agregó.
El alto diplomático ruso dijo que los acontecimientos del 24 de febrero, día que comenzó la invasión, tenían sus raíces ocho años antes, cuando el levantamiento conocido por sus seguidores como Euromaidán derrocó al gobierno ucraniano con estrechos vínculos con Moscú y puso en el poder a una administración prooccidental que buscaba vínculos más estrechos con la OTAN y la Unión Europea.
Antonov añadió que estos hechos fueron un «golpe de Estado sangriento instigado por Occidente» en el que «las ideas ultranacionalistas llegaron al poder en Kiev».
«Los países miembros de la OTAN han comenzado una exploración militar de Ucrania», dijo Antonov. «Estaban inundado con armamento occidental mientras el presidente Zelenski anunciaba los planes de Kiev para adquirir armas nucleares que amenazarían no solo a los países vecinos, sino también al mundo entero».
«En este contexto, Rusia no tuvo otra opción que reconocer la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk», dijo Antonov. «Entonces, de conformidad con el Capítulo VII, Artículo 51 de la Carta de la ONU, con la autorización del Consejo de la Federación de Rusia y en ejecución de los Tratados de Amistad y Asistencia Mutua con la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin tomó la decisión de iniciar una operación militar especial».
«El objetivo es desmilitarizar y desnazificar a Ucrania para reducir las amenazas militares planteadas por los estados occidentales que intentan utilizar al hermano pueblo ucraniano en la lucha contra los rusos», añadió. La misión de la operación, dijo Antonov, «es poner fin al genocidio perpetrado por el régimen de Kiev y garantizar un estatus neutral y libre de armas nucleares para Ucrania».
El embajador también rechazó las acusaciones ucranianas de que los rusos eran responsables de atacar a civiles, como en Bucha, donde se informó que cientos de civiles fueron asesinados, algunos en ejecuciones. Antonov señaló a ‘Newsweek’ que las fuerzas ucranianas que ingresaron a Bucha llevaron a cabo espeluznantes escenas de masacres poco antes de que aparecieran las noticias de los asesinatos en masa en los medios internacionales.
Fin de la invasión
En un intento por poner fin al conflicto, los representantes de Kiev y Moscú han participado en rondas de negociaciones, la primera de las cuales tuvo lugar en Bielorrusia apenas unos días después de iniciada la guerra y la última en Turquía.
Antonov explicó lo que Rusia busca de estas conversaciones. «Nuestra posición desde el principio con respecto a la solución del conflicto ha sido claramente definida», dijo Antonov, «incluida la demanda de una consideración incondicional de los intereses de seguridad de Rusia, la desmilitarización y desnazificación del estado ucraniano, asegurando su condición neutral y no nuclear así como el reconocimiento de la soberanía rusa sobre Crimea y la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk».
Antonov dijo que Moscú buscaba poner fin al conflicto en una fecha temprana. «Rusia está haciendo todo lo posible para negociar un camino hacia la pronta finalización de la confrontación, la restauración de la paz en Donbass y el regreso de todos los pueblos de Ucrania a la vida pacífica».