Entre los principios propuestos por el presidente chino, Xi Jinping, están la no injerencia en los asuntos internos de otros países, así como el rechazo a las sanciones unilaterales y a la política de grupos.
El presidente de China, Xi Jinping, propuso la Iniciativa de Seguridad Global, que, en su opinión, puede ayudar a lograr la estabilidad en la arena internacional. Sin embargo, desde Washington sostienen que las ideas de “la visión de Pekín” pueden socavar “valores universales”.
¿En qué consiste la iniciativa?
Cuando presentó la iniciativa en abril, el mandatario chino hizo hincapié en que “los países de todo el mundo son como pasajeros a bordo del mismo barco que comparten el mismo destino”. “Para que el barco supere la tormenta y navegue hacia un futuro brillante, todos los pasajeros deben trabajar juntos. La idea de arrojar a alguno por la borda simplemente no es aceptable“, subrayó.
Según su opinión, es importante:
- Seguir comprometidos con el concepto de la seguridad “común, amplia, cooperativa y sostenible”, así como trabajar para mantener la paz y la seguridad en el mundo
- Respetar la soberanía y la integridad territorial de todos los países y no interferir en sus asuntos internos
- Cumplir con los “objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, rechazar la mentalidad de la Guerra Fría, oponerse al unilateralismo y decir no a la política de los grupos y enfrentamiento entre bloques”
- Tomar en serio las “preocupaciones de seguridad legitimas de todos los países”, respetar el principio de la seguridad indivisible, crear una arquitectura de seguridad efectiva y equilibrada y oponerse a los intentos de lograr la seguridad de una nación a expensas de la seguridad de otro país
- Resolver las disputas entre las naciones de manera pacífica, a través de diálogos y consultas, rechazar el doble rasero y oponerse al uso de las sanciones unilaterales
- Mantener la seguridad “en dominios tradicionales y no tradicionales” y “trabajar juntos en disputas regionales y desafíos globales, como el terrorismo, el cambio climático, la ciberseguridad y la bioseguridad”
Entretanto, Li Kexin, director general del Departamento de Asuntos Económicos Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, expresó la esperanza de que “EE.UU. eche un serio vistazo a la Iniciativa de Seguridad Global […] que introduce nuevos elementos para defender la paz global”.
“Espero que EE.UU. pueda mirar esta iniciativa muy seriamente porque tienen un Estado muy fuerte para la seguridad mundial. Nos gustaría ver que China, con otros grandes países, incluido EE.UU., pueden trabajar juntos para impulsar, desarrollar y materializar juntos la importante Iniciativa de Seguridad Global”, enfatizó, citado por Global Times.
The Financial Times describió la iniciativa como “parte de los esfuerzos cada vez más frenéticos de Pekín para oponerse a los bloques liderados por EE.UU., al que culpa por el conflicto y las tensiones globales”
Comentando la iniciativa, Wang Huiyao, presidente del Centro para China y Globalización (CCG, por sus siglas en inglés) afirmó a Michael Schuman, para un artículo publicado este miércoles en The Atlantic, que “el mundo está empezando a desmoronarse”.
“China, al ser una de las mayores partes interesadas en este sistema global, sintió que hay necesidad, hay urgencia para proponer algún tipo de recomendaciones de seguridad e iniciativas” con el fin de “empezar un diálogo constructivo sobre este asunto” y “minimizar el riesgo de [que el mundo] caiga en otra catástrofe”, afirmó.
A su vez, Tuvia Gering, investigador del Instituto de Jerusalén para Estrategia y Seguridad, declaró que “los responsables políticos chinos creen que el actual orden mundial está dirigido hacia la hegemonía de EE.UU., que […] el mayor poder del mundo está haciendo todo lo que puede para contener y suprimir y rodear a China”. “Necesitan establecer la infraestructura para un mundo más centrado en China o, por lo menos, menos centrado en EE.UU., en Occidente”, indicó.
“Los países están clamando urgentemente por un nuevo paradigma de seguridad global basado en la igualdad y la confianza mutua ante los rápidos cambios en el entorno internacional. La Iniciativa de Seguridad Global fue diseñada para proteger los intereses de seguridad de un espectro más amplio de personas en el mundo”
Un artículo publicado por The Financial Times en mayo citó a Tian Wenlin, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Renmin de Pekín, quien calificó el orden mundial liderado por Occidente como “bárbaro y sangriento”. “Los países […] están clamando urgentemente por un nuevo paradigma de seguridad global basado en la igualdad y la confianza mutua ante los rápidos cambios en el entorno internacional. La Iniciativa de Seguridad Global fue diseñada para proteger los intereses de seguridad de un espectro más amplio de personas en el mundo”.
Yun Sun, directora del programa chino en el ‘think-tank’ Stimson Center, con sede en Washington, sostuvo que Pekín “quiere consolidar un gran ‘tercer campo’ de países que no quieren tomar parte en lo que ven como un mundo polarizado”. “Pero será imposible implementar una estrategia tan amplia y vagamente definida a una escala global”, reiteró.
“La visión de Pekín nos alejaría de los valores universales”
Mientras tanto, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró en mayo que “China es el único país que tiene tanto la intención de redefinir el orden internacional como el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo”.
“La visión de Pekín nos alejaría de los valores universales que han sostenido gran parte del progreso conseguido por el mundo en los últimos 75 años”, dijo.
Al ser preguntado sobre la iniciativa, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, dijo en abril que Pekín sigue “repitiendo algo de lo que hemos escuchado desde el Kremlin”. “Estamos comprometidos a defender varios sistemas que algunos países del mundo —y Rusia y la República Popular de China están entre ellos— buscan desafiar y, en algunos casos, buscan derribar y destruir”, declaró.
Por su parte, Schuman escribió que las ideas de Xi pueden calificarse como “el Manifiesto del Autócrata”. “Sus principios [de la Iniciativa de Seguridad Global] y prácticas traerían un sistema global más amigable con regímenes represivos que el orden actual, basado tal y como está en ideales democráticos”, sostuvo, agregando que la iniciativa es “la más reciente y probablemente más preocupante evidencia de que la confrontación entre EE.UU. y China está escalando hacia una competición total por la primacía global”.
“Lo que comenzó como una guerra comercial por las discriminatorias prácticas de negocio de Pekín y una guerra tecnológica para dominar en las industrias del futuro es ahora una guerra de ideas: una lucha para establecer las normas que gobiernan los asuntos globales”, reiteró.
En su opinión, la Iniciativa de Seguridad Global “tiene el potencial de convertirse en la columna vertebral ideológica de un sistema alternativo liderado por China que reúne a Estados iliberales en oposición a EE.UU.”
Mientras tanto, The Financial Times describió la iniciativa como “parte de los esfuerzos cada vez más frenéticos de Pekín para oponerse a los bloques liderados por EE.UU., al que culpa por el conflicto y las tensiones globales“.