El príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud.
Sigue la lucha legal contra Bin Salman por implicación en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, ahora, le acusan de “manipular” el sistema judicial de EE.UU.
El Departamento de Estado de EE.UU. comunicó el 17 de noviembre que “reconoce y permite la inmunidad” del príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhamad bin Salman Al Saud, “como jefe en ejercicio de un gobierno extranjero”, frente a una demanda presentada en un tribunal federal por el equipo legal de Hatice Cengiz, la prometida de Jamal Khashoggi, asesinado en 2018.
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En este contexto, Keith Harper, uno de los abogados del referido equipo, presentó el miércoles un requerimiento al juez del Tribunal de Distrito de Columbia John Bates para que se abstenga de concederle a Bin Salman inmunidad soberana en el caso de Khashoggi.
En el texto de diez páginas, citando por el diario británico The Guardian, el abogado acusa al príncipe heredero, quien fue nombrado presidente del Consejo de Ministros el 27 de septiembre, de buscar “manipular la jurisdicción” del tribunal.
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“Esa decisión no obliga a este tribunal a acceder al intento flagrante de MBS [Mohammed bin Salmán] de manipular la jurisdicción de este tribunal y, por lo tanto, garantizar la impunidad por el horrible asesinato que ordenó”, se lee en el escrito.
Tras recordar que se puede descartar la medida tomada por Administración del presidente Joe Biden, Harper insiste en que el tribunal debería “negarse a proteger” al ahora jefe de Gobierno saudí por haber ordenado de asesinato de Khashoggi.
La novia de Jamal Khashoggi denuncia la falta de acción para responsabilizar a Bin Salman, después de que EE.UU. le haya implicado en el asesinato del periodista.
Al desarrollar su postura, el abogado argumenta que no existe “ningún nombramiento comparable en la historia del derecho internacional” en el que un acusado haya sido designado para un alto cargo con el único propósito de obtener inmunidad soberana y no ser procesado.
De acuerdo con Harper, otorgar impunidad a Bin Salman sería una burla del tribunal y no promovería la cortesía internacional, puesto que ni Arabia Saudí ni EE.UU. han “discutido seriamente” las implicaciones del nombramiento del príncipe heredero.
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Khashoggi, crítico del régimen saudí, fue asesinado de manera brutal el 2 de octubre de 2018, tras entrar en el consulado de su país en Turquía. La Agencia de Inteligencia Central (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. reveló más tarde que la orden de asesinar al columnista de The Washington Post había sido dada por Bin Salman.
El proceso judicial en este caso en Arabia Saudí llegó a su fin el 7 de septiembre de 2020 cuando, tras el proceso de apelaciones, fueron condenadas a penas de cárcel ocho personas por su responsabilidad en el asesinato, reduciendo así la pena de muerte dictada en diciembre de 2019 contra cinco de ellas.
