La crisis que había surgido debido a que el Parlamento contaba con dos juntas directivas por un conflicto interno en el gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda),fue solventada gracias a un acuerdo en partido de gobierno.

El acuerdo fue firmado en la Casa Presidencial, por el coordinador general del partido Libre, Manuel Zelaya, y 17 diputados “disidentes”, encabezados por Jorge Cálix, que presidía una de las dos juntas directivas.

De esta manera, los 17 diputados, a quien la presidenta Xiomara Castro señaló como “traidores” y los expulsó de su formación, regresan a esa institución política.

Además, los disidentes terminaron reconociendo como presidente del Parlamento a Luis Redondo, del Partido Salvador de Honduras (PSH), al que apoya la presidenta del país.

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En el compromiso suscrito, Jorge Cálix expresó que daba “un paso al costado en mis pretensiones y me comprometo a asistir a las reuniones de diputados en el hemiciclo legislativo”.

Además, señaló que lamenta que sea Luis Redondo quien presidirá las sesiones del Parlamento, pero que “como un diputado más”, apoyará “la agenda legislativa de nuestra presidenta Xiomara Castro”.

Por su parte, el expresidente Zelaya expresó en el compromiso suscrito hoy que Libre “restituye los derechos” de los 17 diputados disidentes, “así como sus cargos dentro de las estructuras del Partido”.

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El pasado 23 de enero, el Parlamento de Honduras dio inicio a su legislatura para el período 2022-2026 con dos presidentes que encabezaban la junta directiva: Luis Redondo y Jorge Cálix. Mientras que el primero fue elegido por la presidenta Castro, el segundo era la opción de un grupo de disidentes del partido de la nueva jefa de Estado.

La llegada de ambos candidatos se dio a dos días de la juramentación de Castro como presidenta del país y bajo la mirada atenta de Washington que llamó a los políticos hondureños para que mantengan la calma, participen en el diálogo, no recurran a la violencia y se abstengan de los discursos provocativos.

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El secretario general de la ONU, António Guterres, también se pronunció e hizo un llamado a “un diálogo constructivo y pacífico para resolver las diferencias dentro del marco del proceso constitucional”.