Al menos cuatro personas han muerto y otras cinco han resultado heridas este jueves a causa de un bombardeo israelí contra una vivienda en el sur del Líbano. El ataque se produce en medio de una escalada de tensión en la zona, después de que Israel atacará esta semana las afueras de Beirut.
El Ministerio de Salud Pública libanés ha alertado de que debido a la presencia de muchas “partes de cuerpos” harán falta pruebas de ADN para determinar el número “definitivo” de fallecidos.
El objetivo del ataque fue una casa habitada por una familia siria y todos los fallecidos son de dicha nacionalidad. Los heridos son libaneses, que se encontraban en una vivienda cercana, y la mayoría solo requirieron asistencia en el lugar de los hechos.
El ataque aéreo se produce dos días después de que otro bombardeo israelí matara a siete personas, cinco de ellas civiles, e hiriera a cerca de 80 en los suburbios de Beirut. El grupo chií libanés Hizbulá ha prometido que vengará la acción de Israel.
Pocas horas después del ataque en Beirut, el líder político del movimiento islamista palestino Hamás fue asesinado en Teherán en un ataque atribuido a Israel. Todas estas últimas operaciones en Irán y en el Líbano han puesto a Oriente Medio en máxima alerta.
El Estado judío y Hizbulá están enzarzados en un intenso fuego cruzado desde el 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra de Gaza, y se teme que los últimos desarrollos puedan derivar en una guerra abierta entre las partes, como ya ocurrió en 2006.
