El lunes el Partido Socialdemócrata (SPD) celebró su victoria como el partido más votado en las elecciones legislativas de Alemania, con el 25,7 % de los votos. No obstante, el nuevo panorama político en el país dibuja varias posibles coaliciones para el futuro Ejecutivo: la Semáforo (con el SPD, Los Verdes y los liberales) y la Jamaica (que aúna al CDU-CSU, Verdes y liberales) son las dos favoritas.
El cambio político en Alemania es una realidad. Adiós a la Gran Coalición del 2017, cuando los conservadores y los socialdemócratas se pusieron de acuerdo casi a regañadientes. Los resultados de las elecciones del 26 de septiembre dibujan ahora un panorama político completamente distinto para una de las naciones más poderosas del viejo continente.
La tarde del domingo, justo una hora después de que cerraran los colegios electorales, el candidato de los socialdemócratas (SPD), Olaf Scholz, se proclamó ganador. “Va a ser una noche electoral larga, pero muchos han marcado la casilla socialdemócrata”, dijo tempranamente el que más tarde sería confirmado como vencedor de los comicios con el 25,7 % de los votos, según datos oficiales.
Un día después de las elecciones, el político prefiere “esperar y ver” a pesar del júbilo que despertó la victoria de su partido. Y es que, puede que Scholz haya hecho lo impensable —revivir al debilitado SPD—, pero cabe remarcar que tres de cada cuatro alemanes no votaron por él ni su formación el domingo.
Las negociaciones para formar un nuevo Ejecutivo empezarán en cualquier momento, lo que los analistas consideran la parte “difícil” después de las elecciones que han puesto punto y final a los 16 años de mandato de Merkel y han iniciado una nueva era política en Alemania.
Las posibles coaliciones de Gobierno que están sobre la mesa
El siguiente reto para Alemania es que el nuevo Ejecutivo tendrá que poner de acuerdo a tres partidos. Ya que, por primera vez desde la posguerra, ninguna de las coaliciones tradicionales de bipartitos tiene apoyos suficientes para sumar al menos el 50% de los asientos del Bundestag.
Por eso, se avecinan semanas —incluso meses— de arduas negociaciones para consolidar y conseguir formar un nuevo Gobierno. Las posibles coaliciones son varias, con distintas combinaciones de colores.
El SPD —representado por el color rojo—, con siete puntos más respecto a las elecciones del 2017, no es el único que han entrado por la puerta grande en estas legislativas. También Los Verdes han marcado una victoria remarcable con un 14,8% de los votos, casi seis puntos más que en los pasados comicios. Como tercera fuerza política, los ecologistas tienen muchas posibilidades de entrar en el Gobierno.
Solo el SPD y Los Verdes suman el 41% de los votos. Por eso, la coalición Semáforo (SPD, Verdes y liberales) es uno de los escenarios más probables. De hecho, Scholz ya ha manifestado su preferencia por este devenir.
“Los manifestantes han hablado muy claro. Han dicho quién debe formar el nuevo Gobierno. Han reforzado tres partidos políticos: los socialdemócratas, Los Verdes y los liberales”, dijo el ganador de las elecciones tras recibir un ramo de flores en la sede del SPD a modo de felicitación.
Y es que, efectivamente, los conocidos como liberales o Partido Democrático Liberal (FDP) —representados por el color amarillo—, han quedado como cuarta fuerza con alrededor del 11,5% de los votos. Pero, la dificultad de una supuesta coalición ‘Semáforo’ se halla en el pacto al que deberían llegar liberales y Verdes, algo que no lograron en 2017.
Sin embargo, la llave para las negociaciones está en manos de Los Verdes y el FDP, tercera y cuarta fuerza respectivamente. Por lo que otra de las coaliciones más mencionadas es la Jamaica (CDU-CSU, Verdes y liberales), con la que los conservadores o CDU —representados por el negro— sumarían mayoría para que el nuevo candidato del partido de los conservadores, Armin Laschet, pudiera acceder a la Cancillería.
Aunque menos probables, también podrían darse las coaliciones Kenia (CDU-CSU, SPD y Verdes) o la llamada Alemania (CDU-CSU, SPD y liberales).
La que parece no tendrá cabida en este nuevo Ejecutivo es la formación poscomunista Die Linke —representada por un rojo más oscuro—, ya que solo ha conseguido el 4,9% de las papeletas y está intentando arañar el 5% necesario para entrar en el Bundestag.
Por otra parte, el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) no estará en el Gobierno bajo ningún precepto a pesar de haber obtenido el 10,3% de las papeletas, debido a la aprensión de los demás partidos hacia esta formación, que despierta viejos fantasmas de la época del nazismo.
El batacazo del CDU-CSU
El gran perdedor de estas elecciones es, sin duda, el partido de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en asociación con su hermano bávaro, el CSU, con una bajada de casi ocho puntos respecto a las últimas legislativas. Su 18,9% del total de los votos es lo que ha marcado el punto de inflexión en estas elecciones.
“Es un resultado electoral muy difícil y una de las derrotas más innecesarias en décadas. El sprint final no fue suficiente para ponerse a la altura del SPD”, reconoció Alexander Dobrindt, miembro del Parlamento alemán por el CSU, tras conocerse primeros resultados.
No obstante, Armin Laschet no está descartado en absoluto como futuro canciller y sucesor de Angela Merkel. Ya que no sería la primera vez que el canciller alemán no pertenece al partido con más votos.
“Nadie debe comportarse como si él solo pudiera construir un Gobierno (…) Aquel que pueda construir una mayoría que le respalde se convertirá en canciller”, subrayó Laschet, en una clara alusión a la autoproclamación de Scholz como ganador, el lunes en una rueda de prensa.
El sucesor de Merkel dentro del partido no hizo alusión a las críticas internas y externas tras los resultados de los comicios. Laschet tenía una imagen pública muy poco favorable desde el inicio de su campaña, con solo un 16% de apoyo directo de los votantes hacia él como supuesto canciller. Sondeos como el del Fondo Marshall Alemán ya indicaban que muchos alemanes no consideran a Laschet capaz de liderar el país, ni tan simpático como su contrincante Scholz.
Sin embargo, el futuro del país germano todavía está lejos de definirse, con un amplio abanico de coaliciones y colores que puede se hagan con el control del Bundestag.