El ataque ha tenido lugar este martes contra una oficina del Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en el sur de Beirut, la capital libanesa.

La Resistencia palestina ha confirmado mediante un comunicado el martirio Al-Arouri y dos de los comandantes de las Brigadas Ezzedine Al-Qassam, brazo militar de HAMAS, durante el ataque.

Un funcionario de HAMAS, en una entrevista concedida a la cadena libanesa LBCI, ha rechazado el asesinato de Osama Hamdan, uno de los portavoces del movimiento, en dicho ataque aéreo.

Ezzat al-Rishq, un prominente dirigente de HAMAS, ha declarado que el asesinato de Al-Aruri no podrá detener la resistencia palestina.

“Los cobardes asesinatos cometidos por el ocupante sionista contra los líderes y símbolos de nuestro pueblo palestino dentro y fuera de Palestina no lograrán quebrar ni la voluntad ni la resiliencia de nuestro pueblo, ni entorpecer la continuación de su valiente resistencia”, ha enfatizado.

Hussein Jashi, un parlamentario libanés, ha aseverado que el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) responderá definitivamente a la agresión israelí.

Según el diputado, el secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, ha enfatizado que cualquier ataque contra cualquier persona en El Líbano, independientemente de su nacionalidad, será respondido.

Por su parte, el primer ministro de El Líbano, Nayib Mikati, ha expresado su condena al ataque israelí, describiéndolo como un “acto criminal”.

“Este nuevo crimen israelí busca arrastrar a Líbano a una nueva fase de confrontación” con Israel, ha denunciado Mikati en un comunicado.

El ejército israelí lanzó una campaña de agresiones brutales contra la Franja de Gaza el pasado 7 de octubre para “eliminar a HAMAS”. La ofensiva, pese a haber matado a más de 22 000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, parece lejos de alcanzar sus objetivos.

HAMAS, a su vez, asegura que se encuentra en buena situación desde el punto de vista militar y puede combatir durante meses. La milicia élite palestina, famosa por sus trampas y emboscadas mortales, ha jurado convertir el enclave en un cementerio para las tropas agresoras.