“Agregaremos objetivos sensibles a nuestros objetivos, y los países de agresión saben que significa esto […], el enemigo sabe a qué sitios sensibles apuntamos anteriormente, y los volveremos a atacar”, advirtió el viernes Muhamad al-Bajiti, un miembro del Consejo Político del movimiento popular yemení de Ansarolá, prometiendo no atacar a civiles.

En una entrevista concedida a la cadena libanesa Al Mayadeen, el funcionario yemení puso de relieve que las operaciones de las fuerzas del país árabe apuntaron muchos objetivos, asegurando seguirlas contra las instalaciones petroleras de los países agresores. Además, aseveró que tales medidas militares no tienen nada que ver con ningún desarrollo internacional.

Es más, denunció que reforzar el bloqueo contra el pueblo del país más pobre del mundo árabe provocaría que miles de yemeníes vayan a los campos de batalla.

Yemen presagia año devastador para Arabia Saudí y otros agresores

Yemen asegura que el octavo año de la guerra lanzada por la llamada coalición que lidera Arabia Saudí será devastador para los agresores del pueblo yemení.

Refiriéndose a los ataques de represalia en las profundidades de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Al-Bajiti destacó que tales operaciones obligaron a Abu Dabi a reducir sus agresiones contra la nación yemení.

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Tales alertas salen a la luz en la misma jornada en la que el portavoz del Ejército yemení, el teniente general Yahya Sari, confirmó lanzar una operación militar a gran escala contra una refinería de la petrolera Aramco en Riad (capital saudí) con tres drones de largo alcance tipo Samad-3, entre otros objetivos.

De acuerdo con el vocero, este ataque fue una respuesta a “la escalada de agresión y el injusto asedio, así como la prohibición de la entrada de derivados de petróleo” por la llamada coalición, liderada por Arabia Saudí, a la vez que alertó de llevar a cabo más acciones militares contra los agresores.

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Riad y sus aliados iniciaron en marzo de 2015 una campaña bélica contra Yemen para llevar de vuelta al poder al gobierno del expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi y aplastar Ansarolá.

No obstante, las fuerzas armadas yemeníes y los comités populares aliados se hacen cada vez más fuertes, razón por la cual esta coalición no ha logrado ninguno de sus objetivos y su agresión solo ha dejado millones muertos y desplazados, así como la destrucción de la infraestructura y la propagación de hambruna y enfermedades infecciosas en Yemen.