El secretario de Estado estadounidense ha comparecido este lunes ante un comité del Congreso de EE.UU.
El Gobierno de Joe Biden negocia con Alemania qué próximos pasos dar para asegurar los intereses de Ucrania, ha afirmado el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ante la compleción del gasoducto Nord Stream 2, ruta alternativa a la ucraniana para el tránsito de gas ruso a Europa.
Ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes del Congreso de EE.UU., el responsable de la diplomacia de ese país señaló que “prácticamente, la compleción de la construcción del gasoducto es un hecho consumado“.
Este alto funcionario ha detallado que EE.UU. dialoga con Alemania para estudiar lo que, en su opinión, “se puede y debe hacer” con vistas a “garantizar” que Ucrania mantenga los pagos de tránsito que “puede perder en cierta etapa del futuro a consecuencia de que este gasoducto la pase de largo”.
Así, Blinken ha establecido como objetivo evitar que Rusia utilice el gas natural como herramienta de presión o arma contra Ucrania o cualquier otro país y ha señalado que “hay métodos para conseguirlo”.
Finalmente, Anthony Blinken ha advertido que Washington se reserva el derecho a revisar su decisión de no imponer sanciones a Nord Stream 2 AG, la operadora del nuevo gasoducto del mismo nombre que va de Rusia a Alemania por el mar Báltico.
Oposición de EE.UU.
Desde el principio, EE.UU. se opuso rotundamente al Nord Stream 2, a la vez que promueve la venta de su propio gas licuado a Europa. En mayo, la Administración estadounidense impuso sanciones contra Nord Stream 2 AG, y su director ejecutivo, pero las levantó de inmediato debido a preocupaciones de interés nacional.
El presidente Joe Biden explicó que sería “contraproducente” sancionar a países aliados por un proyecto que ya se acerca a su finalización. Sin embargo, el Departamento del Tesoro sancionó a 13 barcos rusos y tres entidades, incluido un servicio de rescate marítimo, por su participación en la construcción del gasoducto.
El Nord Stream 2 permitirá aumentar las capacidades de entrega de gas del Nord Stream 1 y duplicará el suministro de gas natural desde Rusia hacia Alemania a través del mar Báltico. Los volúmenes de gas suministrados a través del gasoducto serán suficientes para abastecer a 26 millones de hogares y reducir considerablemente la factura energética de los ciudadanos del norte de Europa.
