Yemeníes inspeccionan los daños causados por un ataque aéreo saudí contra una zona residencial en la capital, Saná, 18 de enero de 2022. (Foto: AFP)
Un responsable del movimiento popular Ansarolá de Yemen achaca a EE.UU. la culpa de la escalada de los letales ataques que cometen los agresores contra el país.
En una entrevista concedida el sábado a la revista estadounidense Newsweek, Nasredin Amer, secretario adjunto de Información de Ansarolá, defendió el derecho del Ejército yemení y los comités populares a ejercer represalias ante la prolongada y despiadada guerra que lleva a cabo la llamada ‘coalición’ contra el empobrecido Yemen.
“Somos testigos de una escalada de ataques de los países agresores contra nuestro país, bajo directivas claras de Estados Unidos, y por lo tanto respondimos, aumentando nuestras operaciones contra ellos”, dijo Amer.
Denunció que a la comunidad internacional no le preocupa “el sufrimiento, el dolor” y el derramamiento de la sangre de la nación yemení, y dijo que Ansarolá, con sus ataques de represalia, busca presionar a la ‘coalición’, liderada por Riad, para que ponga fin al conflicto y levante el bloqueo al país devastado.
El movimiento popular yemení Ansarolá dice que ni Arabia Saudí ni los Emiratos Árabes Unidos (EAU) pueden hacer movimiento alguno sin la luz verde de EE.UU.
Cargó, además, contra la Administración estadounidense, presidida por Joe Biden, por “hablar de la paz”, sin buscarla realmente, al tiempo que aseveró que Ansarolá, al contrario, está decidido a restaurar la paz en Yemen.
En represalia por los bombardeos aéreos saudíes y sus aliados en Yemen, así como el bloqueo inhumano que los agresores mantienen impuesto al pueblo yemení desde hace siete años, el Ejército y Ansarolá atacan con drones y misiles de precisión a la infraestructura petrolera y las instalaciones militares sensibles de Arabia Saudí.
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU), principal socio de Riad en esta guerra, tampoco ha sido impune ante los ataques de represalia yemeníes. En respuesta, EE.UU., que desde el principio apoyó militar, logística y políticamente a la coalición, se apresuró recientemente a desplegar aviones de combate F-22 y el destructor de misiles guiados USS Cole en la zona para proteger a Abu Dabi de las ofensivas.
Las autoridades yemeníes culpan a Estados Unidos por la prolongación de la guerra contra su país y aseguran que, sin el apoyo de Washington, el conflicto habría terminado en su primer año.