Estimular el odio en la política es mala consejera, los medios muchas veces actúan irresponsablemente.
Marcelo Arruda, tesorero en el partido de Lula, festejaba su cumpleaños cuando el homicida irrumpió su fiesta con gritos de “¡aquí somos de Bolsonaro, hijos de puta!
Marcelo Arruda, un guarda municipal militante del Partido de los Trabajadores de Brasil, fue asesinado la madrugada del sábado mientras celebraba su cumpleaños a manos de un simpatizante del presidente Jair Bolsonaro, quien también falleció en el tiroteo. El crimen ocurrió en Foz de Iguazú, una localidad al sur del país, en el Estado de Paraná. Las autoridades han calificado el suceso como un hecho de “intolerancia política” pues se ha dado en medio de una escalada de las tensiones de la precampaña electoral brasileña. El país acudirá a las urnas en octubre, donde los brasileños deberán elegir entre un nuevo Gobierno de Bolsonaro o el retorno a la presidencia de Lula da Silva.
Arruda, quien había sido candidato a vicealcalde hace dos años, festejaba su 50 años en una fiesta de temática política. El militante del PT, quien también era tesorero de la organización en la localidad, había decorado el lugar de la celebración con el color rojo del partido, banderas y fotografías de Lula, quien busca volver al cargo que dejó en diciembre de 2010. Para la ocasión, Arruda vistió una camiseta negra con el rostro del expresidente.
Alrededor de las 23.00 locales, un agente penitenciario, Jorge José da Rocha Guaranho, acompañado de su esposa y su hijo, invadieron la fiesta privada con gritos de “¡aquí somos de Bolsonaro!”. El hombre insultó y amenazó a todos los presentes. “Bolsonaro presidente, hijos de puta”, gritó de acuerdo a la prensa local. Según los testigos y la denuncia presentada ante la policía, el agresor y la víctima no se conocían. El invasor se fue de la fiesta, pero volvió 20 minutos después, solo y armado.
Disparó varios tiros. Al menos tres impactaron en Arruda quien, siendo policía local, se defendió de la agresión con su arma. Disparó contra el bolsonarista por lo menos en cinco ocasiones, de acuerdo a la Secretaría de Seguridad Pública. Ambos murieron en el tiroteo. Arruda deja una esposa y cuatro hijos, incluyendo un bebé.
Los hechos están siendo investigados por la Policía Civil. El secretario de Seguridad Pública de Foz de Iguazú, Marcos Antonio Jahnke, afirmó que todo apunta a que se trata de un crimen por “intolerancia política”.
Condena de los partidos
El PT condenó rápidamente las muertes: “Un policía penal, bolsonarista, intentó invadir la fiesta con un arma. Intercambiaron tiros, los dos murieron. Una tragedia fruto de la intolerancia de esa gente”, expresó en Twitter la presidenta del partido, Gleisi Hoffmann.
Lula también lamentó el asesinato en una nota oficial: “Una persona, por intolerancia, le amenazó y le disparó, él se defendió y evitó una tragedia aún mayor. Dos familias perdieron sus padres, hijos se quedaron huérfanos, también los del agresor”, subrayó Lula, que extendió sus condolencias a la familia del agresor bolsonarista: “Perdieron un padre y un marido por un discurso de odio estimulado por un presidente irresponsable”, criticó refiriéndose a Bolsonaro.
La tensión de la campaña brasileña ha ido a más en los últimos días. El pasado jueves, otro seguidor del presidente Bolsonaro se infiltró en el acto que Lula celebraba en una plaza del centro de Río de Janeiro y lanzó una bomba casera en una zona donde había cientos de personas a pesar del fuerte dispositivo de seguridad. Fue detenido rápidamente y no hubo heridos, pero encendió la alerta sobre lo que puede ser la tónica de los próximos meses.