“El período que se caracterizaba en términos generales como compromiso ha llegado a su fin”, señaló el asesor del presidente Joe Biden.
El coordinador del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. para el Indo-Pacífico, Kurt Campbell, anunció este miércoles cambios en la política con China.
“El período que se caracterizaba en términos generales como compromiso ha llegado a su fin”, señaló el asesor del presidente Joe Biden en un evento virtual convocado por la Universidad de Stanford. En este sentido, manifestó que, a partir de ahora, el “paradigma dominante será la competencia”, que se centraría principalmente en materia de tecnología y también se refirió a un “nuevo conjunto de parámetros estratégicos”.
Mientras tanto, en Pekín hay cada vez más personas que predicen “el declive estadounidense”, añadió el diplomático y, en su opinión, así son “la mayoría de los asesores del presidente Xi [Jinping], profundamente ideológicos”, cuya profecía es “la idea de que EE.UU. como capitalismo de etapa tardía está en declive y que ha llegado la hora de China“.
A continuación, Campbell compartió varias dudas sobre la toma de decisiones en Pekín. “Nunca contactamos con las personas más próximas con las que trabaja [el presidente chino]”, comentó, tras añadir que le preocupa que “gran parte del análisis que se le presenta” al mandatario sea “profundamente ideológico”.
Reacción de Pekín
La conferencia de Campbell no pasó desapercibida para los diplomáticos del gigante asiático y algunos de sus puntos clave recibieron respuesta del portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian, en una rueda de prensa este jueves. En opinión del representante de Pekín, ambos países “salen ganando de la cooperación y pierden por la confrontación” y, por lo tanto, es “completamente erróneo” que Washington use el concepto de competencia para definir la relación bilateral.
“Las relaciones entre China y EE.UU. naturalmente experimentarán una competitividad, la cual prevalece entre las relaciones entre otros grandes países, pero es equivocado reducir las relaciones a la competencia, porque solo llevará a la confrontación y al conflicto”, comentó Zhao sobre la idea fundamental del funcionario estadounidense.
“China será igualmente dura con EE.UU.”
El experto chino en temas de desarrollo mundial, Ding Yifan, comentó las ideas de Campbell para el periódico South China Morning Post de forma menos oficial, considerando que si la era del compromiso de EE.UU. con China realmente terminara, dificultaría cualquier cooperación. Sin embargo, no descarta que la Casa Blanca rectifique su política después de descubrir que debe cooperar con Pekín en muchas áreas.
“En el pasado, China se aferraba a la mentalidad de buscar puntos en común y dejar de lado las diferencias, pero si EE.UU. realmente quiere implementar una política más dura con China, entonces China será igualmente dura con EE.UU.”, considera Ding.
Por otra parte, el profesor de relaciones internacionales en la Universidad Renmin de Pekín, Shi Yinhong, percibe tanto en las declaraciones del coordinador regional estadounidense como en la reciente visita a Washington del presidente surcoreano, Moon Jae-in, que “EE.UU. espera cooperar ampliamente con otros en todas las áreas para acosar directa o indirectamente a China”.
“Cuando puedan cooperar, cooperarán, pero el objetivo final es disminuir el espacio de China, reprimirla y hacerla retroceder”, estimó.