En la guerra por ocupar el primer puesto -el de quien la tiene más grande, (la embarcación)- China y Estados Unidos trabajan incansablemente para convertirse en grandes potencias navales. Con ese objetivo nace el feroz monstruo marino de oriente, CNS Fuijian, el tercer portaviones de China, que consolida al país como la segunda potencia naval del mundo, por detrás de los estadounidenses, que poseen, actualmente, 11 portaaviones en servicio.
Las tensiones históricas entre China y Taiwán han bautizado a esta nueva creación -el portavión Fujian- con el nombre de la provincia más cercana a Taiwán.
De hecho, las autoridades taiwanesas han acusado a Pekín de hacer uso de “entrenamientos y maniobras realistas en sus costas, para reforzar su preparación contra Taiwán, que demuestran sus esfuerzos por intimidarles”.
El portaaviones, que comenzó a construirse en 2018, todavía debe superar diferentes pruebas para probar exhaustivamente sus capacidades generales. Con 80.000 toneladas de barco, un lanzador de aviones electromagnético y más de 300 metros de eslora, el Fujian podrá detectar misiles de crucero más allá del alcance de los radares, así como distinguir y dirigir a los cazas propios, tanto en funciones defensivas como ofensivas. Además, se estima que podrá transportar entre 48 y 60 aviones, helicópteros y drones.
“Comparado con sus predecesores, el Fujian es mucho más grande y pesado y tiene una cabina de vuelo más grande y superestructura más pequeña. Esas diferencias significan que podrá transportar más aviones y combustible y podrá desplegar y recuperar más aviones de combate en operaciones. Su mayor capacidad de carga también significa que el barco puede navegar más lejos, operar más tiempo y tener un mayor poder de combate”, destacaba en junio un artículo recogido en la web del Ministerio de Defensa.
