La secretaria general de Podemos señala que la postura de Pedro Sánchez contra las acciones de Israel en Gaza se logró por las presiones políticas y sociales.
Sería “impensable” que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hubiera realizado “el más mínimo reproche” al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sin la “presión política y social” ante el “genocidio” de los palestinos en Gaza, destacó el martes Ione Belarra, la también exministra en funciones de Derechos Sociales del Gobierno de España.
Durante una intervención durante un acto por el Día Internacional de solidaridad con Palestina organizado por Podemos, Belarra llamó a “preservar” dichas presiones, demandando que se imponen sanciones contra la cúpula política de Netanyahu y romper relaciones con Israel, así como dejar de comprar armas al régimen sionista.
Además, denunciando el silencio de Europa frente a los crímenes israelíes, señaló que los países europeos están haciendo “seguidismo” de la política de alianzas con Estados Unidos, aliado histórico de Israel que no ha escatimado ningún respaldo los sionistas durante la guerra contra Gaza.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha instado este miércoles a Israel a frenar “la matanza indiscriminada de palestinos” en la Franja de Gaza.
Alertó de que dar muestras de solidaridad con Palestina se tacha de apoyo al terrorismo en algunos países, y, en el mismo sentido, denunció el intento de “criminalización” que se intenta desplegar contra las personas que protestan contra la actuación de Israel.
El viernes, Pedro Sánchez se mostró firme con la propuesta española de reconocer la soberanía de un Estado palestino. “Ha llegado el momento para que la comunidad internacional, especialmente los países europeos, tomen una decisión sobre el reconocimiento del estado palestino”, dijo en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro belga, Alexander De Croo, en el paso fronterizo de Rafah en Egipto.
Sus declaraciones provocaron la ira del régimen israelí. De hecho, el ministro de exteriores sionista, Eli Cohen, condenó sus afirmaciones, pidiendo convocar a los embajadores de España y Bélgica para mantener “una dura conversación de reprimenda”.
