Los palestinos sostienen una bandera palestina en las entradas del complejo de la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds, 27 de julio de 2017.
El ministro de seguridad israelí, el extremista Itamar Ben Gvir, vuelve a escalar la tensión, al prohibir el izado de banderas palestinas en los lugares públicos.
El político radical, quien aboga por judaizar los territorios palestinos ocupados y acabar con todos los símbolos palestinos, ordenó el domingo el retiro de las banderas nacionales palestinas, y tachando las insignias palestinas de “terroristas”, prohibió que sean exhibidas en lugares públicos.
“Es inconcebible que los infractores de la ley ondeen banderas terroristas, inciten y alienten el terrorismo”, arguyó el extremista ministro del régimen de Israel en un comunicado citado por el diario local Jerusalem Post.
Ben Gvir, quien representa la rama más radical del judaísmo en el nuevo gabinete del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, restó importancia a que su orden sobre la bandera palestina infrinja las libertades civiles y afirmó que la libertad de expresión “no se extiende a identificarse con un terrorista” y a aquellos que buscan dañar a los soldados israelíes.
El régimen israelí, liderado por Benjamín Netanyahu, busca judaizar de forma fraudulenta Al-Quds y todos los territorios palestinos, afirma un analista.
La polémica orden del ministro extremista israelí llegó un día después de que en la multitudinaria manifestación celebrada en Tel Aviv contra las políticas del gabinete de Netanyahu se ondearan banderas palestinas.
Asimismo, la reciente celebración de la liberación del preso palestino más veterano Karim Yunis, de la cárcel israelí después de 40 años en la aldea de Ara, en el norte de los territorios palestinos ocupados, donde se izaron banderas palestinas, provocó la ira de las autoridades israelíes.
Ben Gvir atrajo el revuelo internacional al irrumpir en el complejo de la Mezquita Al-Aqsa —el tercer lugar más sagrado para los musulmanes— solo una semana después de que juramentara el nuevo gabinete israelí.
Desde el Gobierno palestino advirtieron que el asalto del ministro extremista israelí a Al-Aqsa tenía como objetivo judaizar Al-Quds y modificar el statu quo de la Mezquita, lo que fue condenado también por las Naciones Unidas.
La Mezquita Al-Aqsa es considerada símbolo nacional de Palestina. Israel, que se considera a sí mismo propietario de los territorios palestinos, sueña desde el inicio de su ocupación con la destrucción de este centro de culto a fin de transformarlo en un templo judío.