El presidente de EE.UU., Joe Biden.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, admite que los ataques a las posiciones yemeníes no detendrán las operaciones contra los barcos israelíes en el mar Rojo.
Estados Unidos ha llevado a cabo múltiples rondas de ataques militares contra varias ciudades yemeníes desde el viernes pasado, que lanzó su primera ofensiva en coordinación con el Reino Unido.
Biden aseguró que continuarán los ataques contra las fuerzas yemeníes, tras reconocer que los lanzados hasta el momento no han disuadido a las fuerzas yemeníes a dejar de asediar a las embarcaciones en el mar Rojo.
Mientras partía hacia Carolina del Norte, un periodista le preguntó el jueves a Biden si los ataques contra Yemen estaban “funcionando”. En respuesta, el mandatario dijo: “Bueno, cuando dices ‘trabajar’, ¿están deteniendo a los hutíes? No. ¿Van a continuar? Sí”.
Yemen expresa su disposición para una confrontación directa con el malvado trío Israel-EE.UU.-Reino Unido y jura seguir los ataques a barcos israelíes sin temor.
¿Son efectivos los ataques de EEUU?
El más reciente ataque de Estados Unidos y el Reino Unido tuvo lugar este jueves y apuntó las ciudades yemeníes de Saná (la capital), Dhamar, Saada, Taiz y Al-Hodeayda. El miércoles, Washington incluyó de nuevo al movimiento popular yemení Ansarolá en su lista de entidades “terroristas”.
Con todo, los ataques estadounidenses han hecho poco para disuadir a los yemeníes, que han seguido disparando misiles y drones contra barcos en el mar Rojo y el golfo de Adén, algunas de las vías fluviales más críticas del mundo para el transporte marítimo comercial.
El lunes, las fuerzas yemeníes atacaron el M/V Gibraltar Eagle, un granelero operado y de propiedad estadounidense, con un misil balístico antibuque en el golfo de Adén. Dos días después, pusieron en su blanco otro buque de propiedad y operación estadounidense, el M/V Genco Picardy, en el golfo de Adén con un dron de ataque unidireccional.
Las Fuerzas Armadas de Yemen han subrayado que no dudarán en atacar todas las fuentes de amenaza en los mares Arábigo y Rojo dentro del derecho legítimo a defender al país y a seguir apoyando al oprimido pueblo palestino.