En 2020, el entonces candidato demócrata a la presidencia de EE.UU. declaró su intención de convertir al reino árabe en un Estado paria después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul, Turquía. No obstante, el realismo económico y geopolítico hizo mella en la Administración estadounidense.
Biden empezará su viaje a Asia Occidental en los territorios palestinos ocupados por Israel y luego se dirigirá a Arabia Saudí, donde terminará su periplo con una importante reunión de líderes árabes en Yeda, ciudad portuaria saudí.
Que las reuniones ocurran en Yeda, y no en la capital, Riad, podrían verse como un viaje simbólico, no oficial. El último presidente de Estados Unidos en visitar Yeda, la segunda ciudad y centro comercial más grande del reino árabe, fue George H.W. Bush en 1990.
Está previsto que Biden se reúna con los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por los países árabes ribereños al Golfo Pérsico, a saber, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Omán, Kuwait, Catar y Baréin), así como con los líderes de Egipto, Irak y Jordania.
Algunas especulaciones sobre el viaje de Biden a Asia Occidental se centran en, sí se reunirá con el príncipe heredero saudí Muhamad bin Salman, a quien Biden criticó al asumir el cargo después de que la inteligencia estadounidense lo implicara en el asesinato en 2018 de Khashoggi.
Es probable que el asunto de Irán sea un tema central en la gira de Biden por Asia Occidental, con diferentes expectativas en cuanto a lo que puede lograr. En este sentido, funcionarios estadounidenses han sugerido que la visita del presidente estadounidense a esta región impulsará los planes para una cooperación militar más estrecha entre el régimen de Tel Aviv y los Estados árabes del Golfo Pérsico para frenar, lo que denominan la amenaza iraní, y aprovechar los Acuerdos de Abraham para normalizar lazos con Israel.
¿Qué lleva Biden en sus bolsillos en su viaje a Asia Occidental?
La visita de Biden a los territorios palestinos ocupados por Israel se da en una situación en la que el gabinete de este régimen ha colapsado, y Yair Lapid se ha convertido en el primer ministro interno de Israel, y se supone que realizará en noviembre próximo las quintas elecciones desde 2019.
Por otro lado, los hechos demuestran que la solución de la causa palestina no forma parte de las prioridades de la Administración Biden, aunque existe una pequeña posibilidad de que, durante la visita de Biden a los territorios ocupados, se produzcan avances diplomáticos significativos en el proceso de paz israelí-palestino.
Con todo esto, parece que la visita de Joe Biden a Israel y Palestina será más simbólica que una importante acción diplomática para abrir nuevos horizontes en el camino de la paz regional.
Desafíos de la visita de Biden
Sin duda, Biden se enfrenta a un panorama global inusualmente complicado que lo ha obligado a dar marcha atrás en su promesa de campaña de convertir a Riad en un estado “paria” por violar los derechos humanos, particularmente por el asesinato del columnista del Washington Post, Jamal Khashoggi; un crimen que el servicio de Inteligencia de Estados Unidos cree que fue ordenado por el príncipe heredero saudí Muhamad bin Salman.
Sin embargo, hay desafíos por delante que Biden debe considerar. Uno de estos es el asesinato de la periodista de la cadena catarí Al-Jazeera y ciudadana estadounidense Shirin Abu Akle por parte de Israel, que provocó condenas y críticas internacionales en el Congreso contra el régimen de Tel Aviv. Por lo tanto, la Administración Biden, que no cuenta con popularidad entre los ciudadanos estadounidenses, no puede ignorar este tema durante su viaje a los territorios ocupados por Israel.
Otro reto que enfrenta la Administración Biden es la continua construcción de asentamientos ilegales por parte de Israel en la ocupada Cisjordania. El régimen de Tel Aviv recientemente emitió permiso para construir más de 4000 viviendas ilegales para los colonos en la ocupada Cisjordania.
Estos desafíos dificultan la solución de dos Estados para la causa palestina. Asimismo, según el último informe del Departamento de Estado de EE.UU., las acciones violentas del régimen de ocupación israelí contra los palestinos violan claramente los valores y fundamentos de los derechos humanos.
Pero la no injerencia de Estados Unidos en estos asuntos plantea la pregunta de si, en la situación actual, la única opción real y práctica para Estados Unidos es formar un solo Estado para la causa palestina. Si es así, se debe formar un gobierno en el que todos los ciudadanos palestinos e israelíes puedan vivir en paz y armonía y tener todos los mismos derechos civiles y políticos. Pero, ¿hasta qué punto los funcionarios estadounidenses discuten estos temas con los funcionarios israelíes?
¿Biden logrará poner en práctica los Acuerdos de Abraham?
Lo que era antes un secreto a voces sobre la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí parece que bajo el mandato de Biden se convertirá en una realidad, ya que la Casa Blanca ha estado trabajando en una “hoja de ruta para la normalización” antes de la prevista visita del presidente Biden a Asia Occidental.
La Administración Biden sigue los mismos pasos de expresidente de EE.UU. Donald Trump respecto los Acuerdos de Abraham. Por lo tanto, durante su próximo viaje a Asia Occidental, Biden intentará fortalecer la relación de Estados Unidos con Israel y reparar las relaciones diplomáticas de Washington con el Gobierno palestino, que fueron dañados durante la era de Trump.
El viaje de Biden a Asia Occidental podría demostrar que la Casa Blanca sigue ayudando a fomentar el progreso en el calentamiento de las relaciones entre Israel y el mundo árabe después de que la Administración Trump negoció los acuerdos de Abraham, lo que condujo a los acuerdos de normalización entre Israel y cuatro países árabes.
Fuentes de la Casa Blanca aseguran que no habrá un acuerdo antes de la visita de Biden, pero están trabajando en ello y el presidente lo discutirá con los líderes israelíes y saudíes durante el viaje.
Medios israelíes reconocen que no esperan un gran avance con respecto a la normalización con Arabia Saudí durante el viaje de Biden, ya que la inestabilidad política en Israel y las quintas elecciones en tres años podrían cambiar los cálculos en Arabia Saudí y otros países de la región con respecto a los pasos de normalización.
Teniendo en cuenta el alcance geográfico de las partes de los Acuerdos de Abraham, desde el extremo occidental más alejado del mundo árabe hasta un Estado en el Cuerno de África y dos pequeños Estados árabes en el Golfo Pérsico, no hay ningún principio unificador con respecto a los beneficios u obligaciones mutuos, especialmente en materia de seguridad.
Por Mohsen Khalif
