Es la primera vez que un presidente de EE.UU. reconoce como genocidio a las 1.5 millones de muertes de armenios por fuerzas turcas otomanas
Por primera vez un presidente de Estados Unidos en ejercicio reconoce como un genocidio a la matanza de alrededor de 1,5 millones de armenios a manos de fuerzas turcas otomanas iniciada en 1915.
Este sábado, en un comunicado en la fecha en la que Armenia conmemora el 106 aniversario del inicio aquel incidente, Joe Biden hizo el reconocimiento.
“Recordamos las vidas de todos los que murieron en el genocidio armenio de la era otomana y volvemos a comprometernos a evitar que tal atrocidad vuelva a ocurrir”, señala la declaración.
El comunicado de Biden provocó el rechazo inmediato del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien dijo que la cuestión armenia estaba siendo politizada por sectores con intereses particulares.
Mientras que el canciller de Turquía Mevlut Cavusoglu indicó que su gobierno “no tomaría lecciones de nadie sobre su historia“.
Por su parte, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, dijo que las palabras de Biden habían “honrado la memoria” de los fallecidos, y agregó en un tuit: “Estados Unidos demostró una vez más su compromiso inquebrantable con la protección de los derechos humanos y los valores universales”.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo que la medida no tiene la intención de culpar a ese país.
Qué sucedió hace 106 años
La matanza masiva de armenios por parte de los turcos otomanos durante la Primera Guerra Mundial sigue siendo un tema candente y extremadamente delicado.
Numerosos informes de esa época relatan atrocidades cometidas por fuerzas turcas contra los armenios, quienes conmemoran el 24 de abril de 1915 como el comienzo de lo que consideran el genocidio contra su pueblo.
Existe un acuerdo general de que cientos de miles de armenios murieron cuando los turcos otomanos los deportaron en masa desde el este de Anatolia al desierto sirio y a otros lugares en 1915-16.
Cientos de miles de armenios fueron asesinados o murieron de hambre o enfermedad.
La documentalista suizo-armenia Suzanne Khardalian, realizadora del film “Los tatuajes de mi abuela”, y diferentes organizaciones, buscan que se reconozca también el sufrimiento de las mujeres y menores violadas, forzadas a la prostitución y sometidas a otras formas de agresión sexual.
El número total de armenios muertos se discute. Los armenios afirman que murieron 1.5 millones. Turquía estima el total en 300,000.
Según la Asociación Internacional de Académicos del Genocidio (IAGS), el número de muertos fue “más de un millón”.
¿Qué es el genocidio?
El artículo dos de la Convención de Naciones Unidas sobre el Genocidio, de diciembre de 1948, describe el genocidio como la realización de actos con el fin de “destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
¿Fueron los asesinatos sistemáticos?
La disputa sobre si fue genocidio se centra en la cuestión de la premeditación, el grado en que los asesinatos fueron orquestados.
Muchos historiadores, gobiernos y el pueblo armenio creen que sí; pero algunos estudiosos cuestionan esto.
Raphael Lemkin, el abogado judío polaco que acuñó el término “genocidio” en 1943, se refirió en sus investigaciones tanto a las atrocidades cometidas contra los armenios como a la masacre de judíos a manos de los nazis.
Las autoridades turcas aceptan que se cometieron atrocidades, pero argumentan que no hubo un intento sistemático de destruir al pueblo cristiano armenio.
Turquía señala que muchos turcos musulmanes inocentes también murieron en la “confusión de la guerra”.
¿Cuál fue el contexto político?
Los Jóvenes Turcos, un movimiento de oficiales del ejército que había tomado el poder en 1908, lanzaron una serie de medidas contra los armenios mientras el Imperio Otomano se desmoronaba a causa de sus derrotas militares en la Primera Guerra Mundial.
Los Jóvenes Turcos, que se autodenominaban Comité de Unidad y Progreso (CUP), habían entrado en la guerra en 1914 del lado de Alemania.
La propaganda turca en ese momento presentaba a los armenios como “saboteadores” y una “quinta columna” prorrusa.
Los armenios marcan la fecha del 24 de abril de 1915 como el comienzo de lo que consideran el genocidio contra su pueblo.
Fue entonces cuando el gobierno otomano arrestó a unos 50 intelectuales y líderes comunitarios armenios, que posteriormente fueron ejecutados.
Los armenios del ejército otomano fueron desarmados y asesinados. Las propiedades armenias fueron confiscadas.
¿Alguien fue responsabilizado?
Varios altos funcionarios otomanos fueron juzgados en Turquía en 1919-20 en relación con las atrocidades.
Un gobernador local, Mehmed Kemal, fue declarado culpable y ahorcado por la matanza masiva de armenios en el distrito central de Yozgat en Anatolia.
El principal triunvirato de los Jóvenes Turcos, los llamados “Tres Pashas”, ya había huido al extranjero y fue condenado a muerte en ausencia.
Los historiadores han cuestionado estos juicios y la calidad de las pruebas presentadas.
También plantean hasta qué punto las autoridades turcas realizaron esos procesos judiciales para apaciguar a las naciones victoriosas en la Primera Guerra Mundial, los Aliados, que incluían a Francia, Reino Unido, Rusia, Italia y desde 1917 a Estados Unidos.
¿Quién lo reconoce como genocidio y quién no?
Argentina, Brasil, Bélgica, Canadá, Francia, Italia, Portugal, Rusia y Uruguay se encuentran entre los más de 20 países que han reconocido formalmente el genocidio contra los armenios. A ellos se suma este sábado Estados Unidos
Uruguay fue el primer país del mundo, en 1965, que reconoció el genocidio armenio.
El Parlamento Europeo y la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías de Naciones Unidas también lo hicieron.
Reino Unido e Israel se encuentran entre los países que utilizan una terminología diferente para describir los eventos.
En 2019 tanto la Cámara de Representantes como el Senado de Estados Unidos votaron a favor de reconocerla como genocidio. El entonces congresista Joe Biden afirmó que la votación honraba la memoria de las víctimas.
Era la primera vez en décadas que el Congreso estadounidense había considerado una medida de este tipo.
Intentos previos se vieron frustrados por la preocupación de que pudiera dañar las relaciones con Turquía, un aliado de la OTAN, y por el intenso cabildeo del gobierno turco.
Turquía condenó la votación del Congreso en Washington como un paso político sin sentido.
Y el expresidente Donald Trump se negó a usar la palabra genocidio, describiendo los hechos en cambio como “una de las peores matanzas masivas del siglo XX”.
Turquía reaccionó con ira cuando el Papa Francisco se refirió a la matanza de cientos de miles de armenios como “el primer genocidio del siglo XX”, en declaraciones ralizadas poco antes de las conmemoraciones del centenerio de los eventos en 2015.
Turquía retiró a su embajador en el Vaticano y acusó al Papa de haber “discriminado en torno al sufrimiento de las personas”.
El Papa “pasó por alto las atrocidades que sufrieron turcos y musulmanes en la Primera Guerra Mundial y solo destacó el sufrimiento cristiano, especialmente el del pueblo armenio”, dijo entonces el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía.
En 2016 el parlamento alemán aprobó casi unánimemente una resolución que califica la matanza de armenios como “genocidio”.
El parlamento francés aprobó una norma en 2016 que transforma la negación del genocidio armenio en un crimen que puede castigarse con una multa de más de 40,000 euros o un año de prisión.
En 2019 el presidente francés Emmanuel Macron declaró el 24 de abril un día de conmemoración del Genocidio Armenio en Francia.
Los asesinatos se consideran el evento fundamental de la historia armenia moderna, que une a los armenios de la diáspora. Los armenios son uno de los pueblos más dispersos del mundo.
En Turquía, el debate público sobre el tema se ha sofocado. El artículo 301 del código penal, sobre “insultar el carácter turco”, ha sido utilizado para enjuiciar a conocidos escritores que han destacado las matanzas en masa de armenios.
Entre ellos se encontraban el premio Nobel Orhan Pamuk y Hrant Dink, quien fue asesinadoa tiros en enero de 2007. Un adolescente ultranacionalista, Ogun Samast, fue encarcelado durante casi 23 años en julio de 2011 por asesinar a Dink, un escritor turco-armenio que editaba un periódico bilingüe.
La Unión Europea afirmó que la aceptación turca del genocidio armenio no es una condición para la entrada de Turquía en el bloque.
¿Siguen distantes las relaciones entre Armenia y Turquía?
Después de décadas de hostilidad, se ha producido un ligero deshielo. Turquía y Armenia firmaron un acuerdo en octubre de 2009 para establecer relaciones diplomáticas y abrir su frontera.
Pero el acuerdo aún no ha sido ratificado por ninguno de los dos parlamentos.
Un factor que complica las cosas es la sospecha mutua sobre el conflicto de Nagorno-Karabaj.
Turquía respalda a Azerbaiyán en la disputa por Nagorno-Karabaj, un territorio dentro de Azerbaiyán que se encuentran en manos de habitantes de origen étnico armenio desde una guerra en la década de 1990.