El presidente de EE.UU., Joe Biden, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, se comprometieron a incrementar su cooperación para preservar el status quo en Taiwán, negociado la compraventa de armamento durante una reunión mantenida el viernes en Washington D.C.

“Enfatizamos que nuestras posiciones básicas sobre Taiwán permanecen sin cambios”, aseguraron ambos mandatarios, en un comunicado conjunto al término del encuentro, en el que también ratificaron su respaldo a la independencia de la isla, considerada por China como parte integrante de su territorio.

Las partes también abordaron la entrada de aviones y barcos del Ejército chino en la zona de seguridad taiwanesa y pusieron énfasis en la necesidad de hallar una solución al respecto a través del estrecho de Taiwán.

Además, Biden y Kishida se comprometieron a incrementar su colaboración para “asegurar las cadenas de suministro de semiconductores”, una inmensa parte de los cuales son fabricados en Taiwán, para contrarrestar la influencia económica de Pekín en la zona.

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Durante la cita, Kishida trasladó en persona al inquilino de la Casa Blanca el plan del Gobierno nipón para asignar unos 1500 millones de euros en el presupuesto inicial para el año fiscal 2023, parte de su nueva estrategia defensiva, para adquirir misiles de crucero Tomahawk de largo alcance fabricados en Estados Unidos, según confirman la agencia oficial nipona Kyodo citando fuentes del Gobierno japonés, que prefirieron el anonimato.

Pekín ha denunciado sistemáticamente las provocaciones de Washington y Tokio y su postura hacia el actual gobierno separatista de Taipéi. Por ello, advierte que está lista para entrar en guerra si tratan de independizar a la isla.