Estados Unidos y Alemania buscan obligar al presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, a entablar negociaciones con Rusia para poner fin al conflicto bélico entre los dos vecinos, según informó el viernes Bild.
Aunque Kiev no abandona sus ambiciones bélicas, pese al fracaso de su muy pregonada contraofensiva y al descenso de los suministros militares y la ayuda financiera, lo cierto es que sus dos aliados buscan asegurarse de que Ucrania se ponga en una “posición estratégicamente buena” para abordar con Moscú los temas de “la soberanía y la integridad territorial”, escribe el tabloide alemán, que cita a una fuente gubernamental.
No obstante, los dos mayores suministradores de armas de Ucrania no planean empujar abruptamente a Zelenski, que se ha manifestado reiteradamente opuesto al diálogo con Rusia, hacia la mesa de negociaciones, sino hacerlo utilizando como palanca los suministros militares.
A ese fin, los respectivos gobiernos seguirán suministrando a Kiev armas y municiones en cantidades suficientes como para mantener la actual línea del frente, pero no para procurar reconquistar los territorios perdidos, escribe el periodista Julian Röpcke al citar su fuente en el Gobierno alemán.
“El propio Zelenski debería llegar a la conclusión de que las cosas no pueden seguir así, sin necesidad de ninguna petición desde el exterior. Debería dirigirse a su nación, por su propia voluntad, y explicar que hay que negociar”, dijo la fuente.
En concordancia, el paquete de asistencia militar entregado a Kiev esta semana por el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, no sirve para pensar que Ucrania debe ganar, sino más bien para evidenciar que la ayuda es “tan poca que simboliza que Ucrania está siendo empujada hacia negociaciones“, explicó la fuente gubernamental.
“Cada vez es más obvio que la Cancillería [federal] no cree en la victoria ucraniana y no la quiere en absoluto”, aseguró.
Plan B
El medio sugiere también que los líderes de Occidente cuentan con un plan alternativo, que consiste en congelar el conflicto en sus fronteras actuales, incluso si no se firma un acuerdo de paz. La línea de contacto se consolidaría para convertirse en una cuasifrontera entre Rusia y Ucrania.
“Es como Minsk, pero sin Minsk”, dijo la fuente, refiriéndose a los fracasados acuerdos iniciados en 2014 para resolver el conflicto en el este de Ucrania.