La agencia británica de noticias Reuters, citando a una fuente del Ministerio de Exteriores del Reino Unido, informó el domingo que Arabia Saudí había cambiado de planes a última hora y Bin Salman ya no asistirá al funeral de Isabel II. Sin embargo, el ministro de Estado saudí, el príncipe Turki bin Mohammed Al Saud, viajará a Londres (capital británica) para dar el pésame a la monarquía británica.

De no haber sido cancelada, habría sido la primera visita del príncipe heredero saudí al Reino Unido desde que fue señalado en 2018 como cerebro del asesinato de Jamal Khashoggi, periodista del diario estadounidense, The Washington Post, quien fue descuartizado brutalmente en el consulado saudí en Estambul (la capital de Turquía).

Solo el anuncio de la eventual presencia de Bin Salman en suelo británico provocó protestas de los activistas de los derechos humanos y críticos al régimen de Al Saud, quienes se reunieron el sábado frente a la embajada saudí en Londres para expresar su indignación al respecto.

‘El Reino Unido es cómplice de crímenes de guerra de Arabia Saudí’

Un parlamentario británico enfatiza que el Reino Unido, al vender armas a Arabia Saudí, se ha convertido en cómplice de los crímenes de guerra contra los yemeníes.

El régimen de los Al Saud es muy criticado por violar los derechos humanos de sus ciudadanos, sobre todo de los activistas, en el marco de una gran campaña de represión que Bin Salman ha lanzado para controlar la opinión pública en las redes sociales, lo que ha desencadenado la rabia de varios activistas y organizaciones pro derechos humanos a nivel internacional.

Desde marzo de 2015, fecha en la que el régimen saudí y sus aliados pusieron en marcha una brutal campaña militar contra Yemen, Londres ha estado proporcionando apoyos militares, financieros y diplomáticos a la coalición agresora.