El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha llegado este miércoles a México para una visita de dos días en la que se reunirá con el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, y otras autoridades mexicanas para atajar la crisis de fentanilo y de migración.
El avión del jefe de la diplomacia estadounidense aterrizó sobre las 16:45 hora local (22:45 GMT) en el Aeropuerto Felipe Ángeles, a las afueras de Ciudad de México, una de las obras de infraestructura emblemáticas del Gobierno de López Obrador.
Blinken mantuvo este mismo miércoles una reunión sobre migración con la canciller mexicana, Alicia Bárcena, en la que también participaron de forma telemática los ministros de Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva; y de Panamá, Janaina Tewaney.
El jueves, se celebrará el Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad entre el Gobierno mexicano y el estadounidense, donde el tráfico de drogas y de armas, así como la migración, estarán sobre la mesa.
Al concluir, se espera que Blinken y Bárcena ofrezcan una conferencia de prensa, y posteriormente el secretario de Estado pondrá fin a su visita con un encuentro con López Obrador en el Palacio Nacional.
La Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, quiere que México extradite a más narcotraficantes y desmantele más laboratorios clandestinos de fentanilo, un potente opioide sintético que ha provocado cifras récord de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Además, la visita tiene lugar después de que la patrulla fronteriza estadounidense arrestara en agosto al mayor número de indocumentados en lo que va de año.
Blinken está acompañado por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; el fiscal general, Merrick Garland; y la asesora de Seguridad de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall.
También viajan el encargado del Departamento de Estado para América Latina, Brian Nichols, así como el jefe antinarcóticos del mismo departamento, Todd Robinson.