El presidente Luis Arce y el expresidente Evo Morales (2006-2019) recibieron juntos el Año Nuevo Andino en Tiwanaku, la población de La Paz donde prosperó la civilización tiwanakota, un milenio atrás. Miles de personas concurrieron antes del amanecer al templo de Kalasasaya para realizar ofrendas a la Pachamama y para levantar sus manos ante los primeros rayos del sol de este solsticio de invierno.
La muestra de unidad entre Arce y Morales vino al caso para enfrentar a los rumores de tensiones y peleas internas dentro del partido de ambos, el Movimiento Al Socialismo (MAS).
“Hoy estamos en nuestro nuevo Año Andino Amazónico Chaqueño, nuestro Willka Kuti 5530. Aquí, en el lugar histórico más importante que tenemos, en Tiwanaku: un lugar lleno de fuerza, de qamasa para todos nosotros”, dijo el presidente Arce a quienes estaban allí presentes, que soportaron las temperaturas bajo cero de la noche más larga de 2022.
“Nos hemos permitido venir aquí pidiendo permiso a la Pachamama y a todos nuestros mallkus [autoridades originarias] para poder recibir el Año Nuevo, que siempre nos brinda esperanza, un Año Nuevo donde hay buenos presagios”, vaticinó el presidente.
“Sabemos que va a haber una buena cosecha, va a haber buena producción en nuestras tierras. La fertilidad se asoma, también la felicidad, la armonía, la paz, la cooperación, la solidaridad entre todos y cada uno de nosotros”, expresó.
Para Arce, “este Año Nuevo significa no solamente la integración de los pueblos. También implica consolidar nuestras esperanzas. Este Año Nuevo significa más hermandad, más unidad entre todos y cada uno de nosotros”.
El presidente se mostró confiado en que “este va a ser el año en que otra vez vamos a brillar, vamos a poder celebrar y vamos, poco a poco, a despedir las malas cosas que han estado viniendo desde algún tiempo atrás”.
Y concluyó: “Son pues los deseos que tenemos para el pueblo boliviano. Todos queremos lo mejor y todos vamos a trabajar por ello. ¡Jallalla Willka Kuti! ¡Jallalla Estado Plurinacional de Bolivia!”.
El presidente junto con Morales participaron de la q’oa (mesa de ofrendas) que quemaron con leña de palosanto, lo cual causó altas llamas que no lograron derretir la escarcha de las piedras y vegetación alrededor.
Las ruinas revividas
Isidora Quispe vino a Tiwanaku de la población cercana de Guaqui para recibir los primeros rayos de sol en las ruinas de los templos ceremoniales milenarios. La civilización tiwanakota, previa a la existencia del Imperio inca, se desarrolló en territorios que hoy son parte de Chile y Perú, además de Bolivia. Este centro arqueológico, que habría sido la capital de este pueblo ancestral, se encuentra a 20 kilómetros del lago Titicaca.
“Tengo varios proyectos para este año y quiero que me vaya bien. A mí y a mi familia”, explicó la señora Quispe a Sputnik.
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Año Nuevo Andino en el Tiwanaku
“Ahorita estamos en el templo, un lugar sagrado. Cuando sale el sol recibimos la energía”, comentó a Sputnik, señalando las montañas tras las cuales comenzaba a clarear.
“Aquí es donde empezamos un nuevo año, una nueva vida. Ese es el motivo por el que estamos acá. Obviamente debe haber fe de uno para recibir esa energía, esa fortaleza para seguir adelante con la vida”, sostuvo Gutiérrez.
La autoridad originaria contempló las ruinas alrededor, ocupadas por miles de personas venidas de toda Bolivia: “Hay mucha historia que nuestros padres nos han dejado acá. Como sus hijos, tenemos que seguir. Es el camino, el Qhapaq Ñam [el sistema vial del Imperio inca], el Taki, como le decimos en aymara”.
Unidad en las alturas
En las últimas semanas, dentro del MAS se manifestaron algunas diferencias que se hicieron públicas. Actualmente, el expresidente Morales tiene más peso político en el departamento de Cochabamba, donde inició su carrera política. Sus bases más sólidas se encuentran en el trópico, donde están los sindicatos agrarios de cocaleros que lo tienen como su líder.
Los campesinos de esta región amenazaron al Gobierno con bloquear la carretera que pasa por sus comunidades, que une a La Paz con Cochabamba y Santa Cruz, constituyendo el eje troncal de Bolivia, si no los recibía el presidente para escuchar sus demandas. Finalmente Arce, Morales y sus bases del trópico se reunieron el pasado 20 de junio. Y, aparentemente, saldaron todas las diferencias.
En Tiwanaku también estaba el diputado Héctor Arce, quien se muestra más leal con el expresidente que con el actual. “Aplaudimos esta expresión de unidad de nuestras autoridades nacionales”, dijo a Sputnik, mientras esperaba a los primeros rayos del sol envuelto en una manta, como gran parte de las y los asistentes.
En este sentido, afirmó que “semanas atrás han intentado mostrar un conflicto aparente, una división aparente, lo cual no es cierto. Hoy estamos acá con nuestras autoridades para fortalecernos y expresar nuestra unidad y fortaleza para seguir trabajando por el bienestar del pueblo boliviano”.
El diputado pidió a la Pachamama “que este año nos vaya mejor a todos, que la salud y la educación nos acompañen, que nuestras autoridades se iluminen de conocimiento, sabiduría y fuerza para seguir transformando la vida de nuestro pueblo”.