El mercado eléctrico se ha estabilizado, o al menos eso dice la Comisión Europea, que empieza a apagar las alarmas ante una crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania y que la UE lleva año y medio capeando. Según Bruselas, con buenos resultados. Así, un informe del Ejecutivo comunitario recoge que las medidas extraordinarias que se han tomado desde febrero del 2022 pueden ir levantándose, en alusión a los objetivos para reducir el consumo de electricidad y de gas un 5% y un 15% y el límite de 180 euros/MWh en la electricidad generada con energías inframarginales, es decir, todas las que no son gas natural como las de origen renovable. Esto es, insta a que ya no se ponga un límite a los precios de la electricidad, algo que de momento cuenta con mantener el Parlamento Europeo y por lo que también apuesta el Gobierno español.
La UE introdujo estas medidas excepcionales en septiembre del año pasado, después de un verano de precios históricos del gas y, por tanto, de la electricidad.
En el caso del tope de precio para la electricidad que generan tecnologías inframarginales como las renovables o la nuclear, el objetivo era no trasladar totalmente a fuentes de energía generalmente muy baratas los altos costes del gas, que en agosto llegó a alcanzar los 300 euros MWh. Ahora la Comisión Europea recoge en su informe que los precios de la electricidad han descendido a menos de 80 euros/MWh y los del gas -que en actual sistema marginal determina el precio también del resto de tecnologías- no solo han bajado, sino que se han estabilizado, hasta el punto de que los picos de precios de la electricidad observados a lo largo de 2022 se consideran “menos probables de producirse en el próximo invierno”.
El informe señala que el aumento de la estabilidad en los mercados del gas y la electricidad significa que los precios han caído constantemente por debajo del nivel del límite de ingresos. En ese escenario, la Comisión considera que los beneficios del actual límite de ingresos inframarginales “no compensarían el impacto sobre la seguridad de los inversores y los riesgos para el funcionamiento del mercado y la transición”
En España, el sector eléctrico también reclama que se elimine este límite de 180 euros, mientras que el Gobierno cree que debería formar parte de la reforma del mercado eléctrico como un elemento más estructural. “No hay motivo para mantener esa medida de emergencia”, ha afirmado este martes en Madrid el director general de Relaciones Institucionales y Regulación de Endesa, José Casas, en una jornada organizada sobre el nuevo diseño del mercado organizado por el Clima Español de la Energía.
Las eléctricas inciden en que limitar el precio al que puede venderse la electricidad perjudicaría las inversiones en energías renovables, algo que no ve el Gobierno ya a estas alturas en las que el sector está desarrollado. En el mismo foro, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha señalado que ya no estamos en 1998, cuando empezó a funcionar el actual mercado de la electricidad y cuando “las renovables eran testimoniales”. Ahora, ha recordado Sara Aagesen, fotovoltaica y eólica representan “un tercio de la generación total” de energía, con un crecimiento del 44% el año pasado.
La Comisión ha planteado a los Estados miembros que se elimine este límite de precio y el resto de medidas excepcionales pero en Bruselas todavía queda un reducto donde el tope de 180 euros sigue en pie, al menos de momento. El ponente del informe que fijará la posición del Parlamento Europeo, el socialista español Nicolás González Casares, lo defiende como una “salvaguarda” a la que podría recurrir la UE en caso de que el precio del gas y de la electricidad volviera a dispararse.
“Creo que una vez finalizada la crisis, las medidas tienen que desaparecer, es la lógica”, ha razonado González Casares este martes. Pero ha defendido que el tope de 180 euros quede en el horizonte ante una nueva situación de crisis que debería declara la Comisión Europea en un contexto de algo precios con previsiones de prolongarse. “Si estuviera a 200 o 250 euros durante unos cuantos meses, parece que eso se pudiera plantear”, ha expuesto el eurodiputado, que asume que a lo largo de la intensa negociación que se está produciendo ahora en la Eurocámara para fijar su posición ante la reforma del mercado eléctrico esta medida podría desaparecer.
En cuanto a las medidas de reducción de la demanda de electricidad, todos los países de la UE aplicaron medidas para reducirla, como campañas de sensibilización y medidas específicas de ahorro de energía, añade el documento. Al mismo tiempo, establecen desde Bruselas, los 27 “informaron de que respetaban ampliamente el objetivo vinculante de reducir el consumo de electricidad en un 5% en las horas punta, un paso importante para aliviar la presión sobre los precios”.