Un tribunal del Reino Unido ordenó que el periodista sea trasladado al país norteamericano.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, dijo durante una rueda de prensa este jueves que “la extradición de Assange ha puesto al descubierto la naturaleza hipócrita de la ‘libertad de expresión y de prensa’ en EE.UU., mejor que las revelaciones de WikiLeaks”.
Las declaraciones de la Cancillería se producen a pocos días de que un tribunal de Londres (Reino Unido) ordenara el traslado del periodista, Julian Assange, al país norteamericano. Al respecto, el comunicador afronta cargos de espionaje tras difundir documentos secretos del Departamento de Estado y el Pentágono en el 2010.
Las revelaciones más escandalosas fueron los presuntos crímenes de guerra cometidos por las fuerzas estadounidenses en las guerras de Afganistán e Irak. Ahora, el activista enfrenta penas de hasta 175 años de cárcel, por la presunta piratería de información sensible, aplicando la Ley de Espionaje.
“Lo que le sucede a Assange muestra que, para EE.UU., exponer las llamadas atrocidades de otros países es heroico, mientras que revelar los escándalos de EE.UU. es criminal”, señaló el vocero chino.
“Sentencia de muerte”
En cuanto al implicado, su defensa ya señaló que el fallo del tribunal que ordena la extradición equivale a “una sentencia de muerte”. Entre sus argumentos, indica que la Justicia estadounidense podría someterlo a un encierro solitario, causando severos daños psicológicos. De hecho, la esposa de Assange, Stella Moris, remarcó que la salud de su marido se vio deteriorada desde que fue encerrado en la prisión de Belmarsh (Londres), hace tres años. Además, sostuvo que padeció un derrame cerebral en el 2021.
Asimismo, la privación de la libertad del comunicador es repudiada por amplios sectores de la sociedad en diversos países, al interpretarse como un ataque a la libertad de expresión. Por su parte, el propio Assange niega los cargos en su contra, remarcando incluso que él y WikiLeaks —el sitio donde se publicaban las revelaciones— no estaban bajo la jurisdicción estadounidense cuando se difundieron los documentos. Además, sus seguidores resaltan que la acusación en su contra se basa en el testimonio de un criminal islandés convicto.